Una de las reformas es una revisión del código penal que establece penas de hasta tres años de prisión por “difundir públicamente información falsa” en plataformas digitales.
“Según el derecho internacional de los derechos humanos, la libertad de expresión no se limita a la información ‘veraz’, pero se aplica a ‘información e ideas de todo tipo’, tanto en línea como fuera de línea. Sólo se contemplarán restricciones a la libertad de expresión por causas legítimas y necesarias”, advirtió en un comunicado Marta Hurtado, vocera de la Oficina de Derechos Humanos de la ONU.
Espacio para el abuso
La Sra. Hurtado subrayó que las enmiendas dejan además un espacio significativo para la “interpretación y el abuso arbitrarios y subjetivos”.
“En un contexto ya muy restrictivo, corren el riesgo de limitar aún más los derechos de las personas a buscar, recibir y difundir información garantizados por el artículo 19 de la Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos (ICCPR) en el que Türkiye es parte”, destacó, y agregó que las enmiendas también corren el riesgo de abrir nuevas vías para la represión de periodistas, defensores de los derechos humanos e incentivar la autocensura.
Libertad de expresión en peligro
La Oficina del Alto Comisionado entrante Volker Türk también lamentó que el las leyes fueron redactadas y adoptadas sin una consulta significativa con la sociedad civil y los representantes de los mediosy recordó a Türkiye que los marcos legales y regulatorios de tan amplio alcance e impacto potencial solo deben adoptarse después de un amplio debate público.
“La libertad de expresión y el acceso a la información son necesarios para la participación efectiva de las personas en la vida pública y política y esenciales en cualquier democracia. Hacemos un llamado a Türkiye para garantizar el pleno respeto de la libertad de expresión garantizada por el derecho internacional”, instó la Sra. Hurtado.
