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Paglia: Los cuidados paliativos defienden lo humano frente a la deriva de la eutanasia

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Con motivo del Día Nacional de los Cuidados Paliativos, el presidente de la Academia Pontificia para la Vida recuerda la importancia de la terapia del dolor, que se convirtió en un derecho del enfermo con la Ley 38 de 2010. El tratamiento en la fase terminal de la vida «permite superar la soledad del enfermo». Mientras tanto, la Academia Pontificia está llevando a cabo un proyecto para promover este tipo de cuidados.

Marco Guerra – Ciudad del Vaticano

«Los cuidados paliativos pertenecen a una dimensión cultural que implica acompañar y hacerse cargo del sufrimiento del enfermo, a nivel médico y espiritual». Así lo afirmó monseñor Vincenzo Paglia, presidente de la Academia Pontificia para la Vida, en la víspera de la Jornada Nacional de Cuidados Paliativos, que se celebra cada 11 de noviembre coincidiendo con la fiesta litúrgica de San Martín de Tours.

El capa de San Martín

En la fiesta de San Martín se recuerda también el episodio en el que Martín, un joven soldado, cortó su capa por la mitad (del latín pallium) para ofrecerla como abrigo a un mendigo resfriado que encontró en la calle; de ahí el término capaque hace referencia a la sensación de protección que da la capa y también a la generosidad del santo. Por ello, se decidió vincular la promoción del derecho a los cuidados paliativos a esta fiesta.

Paglia: los cuidados paliativos contra la deriva eutanásica

En el comunicado difundido para la ocasión, monseñor Paglia recuerda que «Italia ha comprendido la importancia de los cuidados paliativos» también gracias a la «ley 38 de 2010 sobre los cuidados paliativos y la terapia del dolor». «Desde hace un año -continúa el presidente de la Academia Pontificia para la Vida- los cuidados paliativos están plenamente incluidos en la enseñanza universitaria en la Facultad de Medicina y Cirugía». Monseñor Paglia señala entonces los cuidados paliativos como una de las respuestas más eficaces para frenar la deriva eutanásica y atender a la persona en la fase terminal de la vida: «Los cuidados paliativos -prosigue- representan el espacio de acción en defensa de la vida y del ser humano, rechazando la obstinación irracional y las derivas eutanásicas. Los cuidados paliativos permiten superar la soledad del enfermo, la afasia y el mutismo de nuestra sociedad hacia las etapas finales de la existencia. La muerte humana, para nosotros los creyentes, es el gran espacio de apertura hacia esa plenitud de vida que nos espera a partir de la promesa de Jesús’.

La Academia promueve los cuidados paliativos en el mundo

La nota difundida por la Pontificia Academia para la Vida se detiene luego en su proyecto específico lanzado en 2017 y dedicado a la difusión y promoción de los cuidados paliativos en el mundo. En este marco, se ha elaborado un «Libro Blanco» (redactado en inglés por un grupo internacional de expertos y traducido al italiano, francés, alemán y próximamente al español y portugués) y varias conferencias internacionales. El 28 de octubre de 2019, en el marco de la Casina Pio IV, en el Vaticano, los representantes de las tres religiones abrahámicas firmaron un documento conjunto sobre las cuestiones del final de la vida y la difusión de los cuidados paliativos.

El 1 de diciembre, un seminario web sobre cuidados paliativos perinatales

«El proyecto», recuerda monseñor Renzo Pegoraro, canciller de la Academia Pontificia para la Vida, «continúa el 1 de diciembre con un seminario web dedicado al tema de los «Cuidados paliativos perinatales». Algunos de los más importantes expertos internacionales participarán en el seminario web de la tarde para hacer un balance de un tema de frontera, ofrecer cuidados paliativos y un buen acompañamiento en el momento del nacimiento, en el caso de enfermedades muy graves y a menudo incompatibles con la vida. «Esto ofrece un apoyo y una valiosa ayuda a los padres para aceptar la condición de discapacidad grave del niño por nacer y ofrecerle una buena atención, evitando formas de terapia fútil o caer en la eutanasia», explica monseñor Pegoraro.

Mensaje del Papa Francisco

En 2015, en su discurso a la Asamblea Plenaria de la Academia Pontificia para la Vida, el Papa Francisco había dicho: «Animo a los profesionales y a los estudiantes a especializarse en este tipo de cuidados, que no tienen menos valor porque «no salvan la vida». Los cuidados paliativos consiguen algo igualmente importante: valoran a la persona. (…). Es esta capacidad de servir a la vida y a la dignidad del enfermo, incluso de edad avanzada, la que mide el verdadero progreso de la medicina y de la sociedad en su conjunto». En 2018, en el Mensaje del Secretario de Estado al Congreso sobre Cuidados Paliativos, el cardenal Pietro Parolin señaló que «cuando todos los recursos del ‘hacer’ parecen agotados, precisamente entonces emerge el aspecto más importante en las relaciones humanas, que es el del ser: estar presente, estar cerca, ser acogedor».



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