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‘Sin naturaleza, no tenemos nada’: el jefe de la ONU hace sonar la alarma en un evento clave de la ONU sobre biodiversidad

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La conferencia se anuncia como una importante COP de biodiversidad, porque se espera que conduzca a la adopción de un nuevo Marco Global de Biodiversidad, que guíe las acciones en todo el mundo hasta 2030, para preservar y proteger nuestros recursos naturales.

Los delegados y organizadores esperarán que este marco tenga un impacto más duradero que la versión anterior: en la COP10, en 2010, los gobiernos acordaron esforzarse por alcanzar metas ambiciosas para 2020, incluida la reducción a la mitad de la pérdida de hábitat natural y la implementación de planes para el consumo sostenible y producción.

Sin embargo, un informe de la ONU publicado ese año mostró que ni un solo objetivo se había cumplido por completo. Mientras tanto, el planeta está experimentando su mayor pérdida de vidas desde que terminó la era de los dinosaurios: un millón de especies de plantas y animales están ahora en peligro de extinción.

El Secretario General António Guterres pronuncia un discurso en la Conferencia de Biodiversidad de la ONU (COP15) en Montreal, Canadá.

‘Una cacofonía de caos’

El secretario general de la ONU, António Guterres, subrayó la urgente necesidad de actuar durante su discurso de apertura de la conferencia el martes.

Señalando que “sin la naturaleza, no somos nada”, el Sr. Guterres declaró que la humanidad, durante cientos de años, ha “conducido una cacofonía de caos, tocada con instrumentos de destrucción”.

El jefe de la ONU catalogó ejemplos de esta destrucción, desde la deforestación y la desertificación; al envenenamiento del medio ambiente por químicos y pesticidas, que está degradando la tierra, haciendo más difícil alimentar a la creciente población mundial.

También señaló la degradación del océano, que está acelerando la destrucción de los arrecifes de coral que sustentan la vida y otros ecosistemas marinos, lo que afecta directamente a las comunidades que dependen del océano para su sustento.

El valor global de las actividades económicas relacionadas con los océanos supera los 1,5 billones de dólares anuales.

Banco de imágenes del océano/Umeed Mistry

Corporaciones ‘vaciando nuestro mundo de sus dones naturales’

Guterres apuntó a las corporaciones multinacionales que, dijo, están “llenando sus cuentas bancarias mientras vacían nuestro mundo de sus dones naturales” y haciendo de los ecosistemas “juguetes de ganancias”, y condenó la concentración de riqueza y poder en manos de un pequeño número de individuos mega-ricos.

Este fenómeno, aseveró el jefe de la ONU, va en contra de la naturaleza y de los intereses reales de la mayoría: “Dejando a un lado los sueños ilusorios de los multimillonarios, no existe el Planeta B.

Continuando con su ataque excoriador, el Sr. Guterres describió a la humanidad como “un arma de extinción masiva” que es “tratar la naturaleza como un baño”, y “suicidarse por poder”, una referencia al costo humano asociado con la pérdida de la naturaleza y la biodiversidad.

La respuesta, sugirió el Sr. Guterres, podría residir en un acuerdo mundial sobre biodiversidad que aborde los factores que impulsan la disminución de la biodiversidad (cambio en el uso de la tierra y el mar, sobreexplotación de especies, cambio climático, contaminación y especies no autóctonas invasoras) al abordar la raíz causas tales como subsidios perjudiciales, inversiones mal dirigidas, sistemas alimentarios insostenibles y patrones más amplios de consumo y producción.

Los colibríes se alimentan de un árbol de Jacaranda.

Tres acciones para salvar la biodiversidad

El Secretario General resumió las acciones que deben tomarse para salvar la naturaleza en tres áreas principales.

El primero implica la implementación de planes nacionales que desviarían los subsidios y las exenciones fiscales de las actividades que contribuyen a la destrucción de la naturaleza hacia soluciones ecológicas como la energía renovable, la reducción de plásticos, la producción de alimentos respetuosa con la naturaleza y la extracción sostenible de recursos.

Estos planes también reconocerían los derechos de los pueblos indígenas y las comunidades locales como guardianes de la naturaleza.

El segundo se refiere al sector privado que, argumentó el Sr. Guterres, debe reconocer que las ganancias y la protección van de la mano, lo que significa un cambio de la industria alimentaria y agrícola hacia la producción sostenible y los medios naturales de polinización, control de plagas y fertilización; las industrias de la madera, los productos químicos, la edificación y la construcción que tengan en cuenta sus impactos sobre la naturaleza en sus planes de negocios; y las industrias biotecnológica, farmacéutica y otras que explotan la biodiversidad compartiendo los beneficios de manera justa y equitativa.

El “lavado verde”, dijo, refiriéndose a las afirmaciones ambientales sin fundamento hechas por las empresas, debe terminar, y el sector privado debe rendir cuentas por las acciones en todos los eslabones de las cadenas de suministro comerciales.

El apoyo financiero mejorado de los países del ‘Sur Global’ formó la base del tercer pilar de acción del Secretario General.

El Sr. Guterres hizo un llamado a las instituciones financieras internacionales y los bancos multilaterales de desarrollo para que alineen sus carteras con la conservación y el uso sostenible de la biodiversidad.

Las mariposas se alimentan de una flor.

Los expertos piden un enfoque de derechos humanos

Un grupo de expertos independientes emitió una declaración el martes, pidiendo que la salvaguardia de los derechos humanos sea central en cada parte del documento marco que surja de la COP15.

En una resolución histórica de la Asamblea General, adoptada en julio de 2022, la ONU reconoció el derecho a un medio ambiente limpio, saludable y sostenible. Debido a que los ecosistemas saludables y la biodiversidad están en el centro de este derecho, argumentan los expertos, los Estados tienen la obligación de proteger, conservar y restaurar la biodiversidad.

Sin embargo, los expertos (david boyd, Relator Especial sobre derechos humanos y medio ambiente; Ian Fry, Relator Especial sobre la promoción y protección de los derechos humanos en el contexto del cambio climático; Francisco Cali Tzay, Relator Especial sobre los derechos de los pueblos indígenas) subrayan que las medidas destinadas a proteger la biodiversidad no pueden tener un costo para los derechos humanos.



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