Al presentar su último informe, el fiscal de la CPI, Karim Khan, actualizó a los embajadores sobre los procedimientos contra Ali Muhammad Ali Abd-Al-Rahman, también conocido como “Ali Kushayb”, acusado de 31 cargos de crímenes de guerra y crímenes de lesa humanidad.
Estas atrocidades supuestamente se cometieron durante el conflicto de Darfur que comenzó en 2003, enfrentando a las fuerzas del gobierno sudanés, respaldadas por grupos de milicianos conocidos como Janjaweed, contra los movimientos rebeldes. Cientos de miles de personas fueron asesinadas y millones más desplazadas.
Ritmo eficiente
El Consejo de Seguridad remitió la situación en Darfur a la CPI a través de su Resolución 1593, adoptada en marzo de 2005.
“Estoy encantado de decir que el juicio está progresando rápidamente y que la fiscalía tiene la intención de cerrar el caso a fines del próximo mes”, dijo el Sr. Khan.
“Como se refleja en el informe, esto hace que el ritmo del juicio sea el más eficiente desde el establecimiento de la Corte”, agregó.
Enfrentando al acusado
El juicio contra Abd-Al-Rahman comenzó en abril pasado y 50 personas han dado testimonios desgarradores durante un período de 78 días en sesión.
“Estos testigos han tenido la oportunidad de confrontar a los acusados, de someter a prueba sus relatos ante jueces independientes e imparciales, creando un registro que allanará el camino al final del proceso para que se determine qué ocurrió y si los acusados es responsable”, continuó Khan.
‘Nuevos obstáculos administrativos’
Aunque la cooperación del gobierno sudanés es crítica, el Fiscal de la CPI informó que muchas promesas y acuerdos importantes, incluidos los Memorandos de Entendimiento firmados durante su visita a la capital, Jartum, el año pasado, siguen pendientes.
“Y, de hecho, es mi desafortunado deber decir que la cooperación se ha deteriorado, no mejorado, desde mi última sesión informativa”, dijo.
A pesar de los compromisos, el acceso al país se ha vuelto más difícil debido a «nuevos obstáculos administrativos» y «se requieren esfuerzos de Sísifo para obtener simplemente una visa de entrada única».
Incluso cuando el personal de la CPI ha entrado en Sudán, debe esperar los permisos de viaje internos, incluso para ir a Darfur. La Corte tampoco ha recibido asistencia para acceder a lugares públicos como los Archivos Nacionales, ni aprobación formal para establecer una oficina en Jartum.
Cambio de enfoque
El Sr. Khan enfatizó que “se necesita un cambio de postura” en Sudán, aunque enfatizó su voluntad de comprometerse con el Gobierno.
“Y si no vemos un cambio de enfoque, es posible que no tenga otra opción en el próximo informe, pero tal vez recomendar otras acciones por parte de los Estados miembros en el próximo período”, dijo.
El Fiscal expresó su esperanza de que su próxima sesión informativa ante el Consejo refleje “un esfuerzo común renovado” entre su oficina y las autoridades sudanesas.