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Electrochoque – en España aumentan y Reino Unido trabaja en prohibirlos

Dra. Sue Cunliffe, que comenzó a recibir TEC en 2004: "Al final, no podía reconocer a familiares ni amigos. No podía contar dinero. No sabía leer la tabla de multiplicar. No podía desplazarme. No podía recordar lo que había hecho de un minuto a otro"

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Mientras en España se administraron 7000 sesiones de lo que demasiados psiquiatras siguen condonando como «terapia» a pesar de la falta de ensayos clínicos que prueben su eficacia y por el contrario, la gran cantidad de testimonios que lo sienten como tortura (inclusive la ONU y la OMS en especial cuando se administra sin autorización del paciente) varios diputados del Reino Unido han pedido que se prohíba la terapia electroconvulsiva (TEC) para tratar enfermedades mentales, según ha informado The Independent.

Según declararon al periódico, les preocupa que la terapia electroconvulsiva se administre de forma desproporcionada a las mujeres (en España también es el género al que más se aplican y aún más conforme avanzan en edad), y argumentaron que no se informa adecuadamente a los pacientes de los posibles efectos secundarios del tratamiento.

La doctora Pallavi Devulapalli, médico de cabecera y portavoz de sanidad, asistencia social y salud pública del Partido Verde, afirmó que el gobierno debería llevar a cabo una «revisión urgente y exhaustiva» del tratamiento.

Se mostró preocupada por el hecho de que no se haya llevado a cabo ninguna investigación sólida sobre la terapia electroconvulsiva desde 1985, a pesar de los «múltiples informes anecdóticos de daños y angustia, como pérdida de memoria y fatiga» en las personas que se han sometido al tratamiento.

Robin Walker, presidente del comité de educación de los Comunes, dijo que quería asegurarse de que el gobierno «adopta un enfoque basado en la evidencia». Y añadió:

«Dadas las preocupaciones suscitadas por la TEC, deberíamos ordenar una pausa mientras se revisan por completo las pruebas y se garantiza que se siguen correctamente todas las directrices».

Marsha de Cordova, diputada por Battersea y ex secretaria de Estado en la sombra para la Mujer y la Igualdad, dijo que era «profundamente preocupante» que las mujeres recibieran la TEC de forma desproporcionada y que los pacientes no hubieran sido «advertidos adecuadamente sobre los efectos secundarios«. De Cordova prosiguió:

«Dado que esta terapia puede causar graves daños neurológicos, creo que debería suspenderse hasta que se haya completado una revisión sobre su impacto a largo plazo en la salud de los pacientes».

La atención al paciente debe ser «el núcleo» del tratamiento

La doctora Sue Cunliffe, que comenzó a recibir TEC en 2004, declaró a The Independent que el tratamiento «destruyó por completo» su vida:

«Al final, no podía reconocer a familiares ni amigos. No podía contar dinero. No sabía leer la tabla de multiplicar. No podía desplazarme. No podía recordar lo que había hecho de un minuto a otro».

Aunque los psiquiatras están legalmente obligados a obtener el consentimiento de una persona antes de administrarle la TEC, si un paciente que ha sido seccionado y se niega a someterse a la TEC, el psiquiatra puede decidir que no es competente para tomar esa decisión por sí mismo.

La diputada Layla Moran afirmó que los liberaldemócratas apoyaban la petición de Mind, la organización benéfica de salud mental, de llevar a cabo una revisión sobre cómo se administra la TEC, y advirtió de que «la experiencia y el cuidado del paciente» deben estar en el centro de cualquier tratamiento.

En España

Según la Dirección General de Salud Digital, Información e Innovación del Sistema Nacional de Salud del Ministerio de Sanidad, en 2021 entre establecimientos privados como públicos, se suministraron 7000 sesiones de electroshock (considerado Tortura por la ONU y la OMS especialmente cuando se suministra sin consentimiento) con 4052 suministradas a mujeres de entre 15 y 94 años. Por otro lado, se calcula que en Inglaterra entre 2.000 y 3.000 personas reciben terapia electroconvulsiva (TEC) cada año. De hecho, en las últimas semanas hay una gran polémica por el caso de Iván, un gallego de 30 años, que esta siendo obligado ha recibir electrochoque contra su propia voluntad y la de sus padres en el Hospital de Conxo (donde ya hay otros expedientes por tortura), y es que resulta, que España sigue sin cumplir con la prohibición del electrochoque tal y como lo pide la ONU y la OMS y tal como les obliga su ratificación del Convenio de Derechos de las Personas con Discapacidad.

En un documento al que Europa Hoy ha tenido acceso en exclusiva, la Según la Dirección General de Salud Digital, Información e Innovación del #SistemaNacionaldeSalud de España, Gobierno de España, dice que:

«Los datos que se incluyen son del número de procedimientos de terapia electroconvulsiva que se han realizado en el ámbito del SNS y privado. Dichos datos se desglosan por grupos de edad quinquenales y sexo. * Si el número de procedimientos en algún tramo de edad o sexo es igual o inferior a 3, se mostrará “…” para evitar la identificación de pacientes. * Desde 2016 se ha ido aumentado progresivamente la cobertura de los datos facilitados por los hospitales en modalidades ambulatorias, lo que debe ser considerado en la interpretación del incremento del número de procedimientos observado. En el archivo de Excel adjunto, facilitamos el número procedimientos 94.27 “Otra terapia de electroshock” según CIE9, de 2010 a 2015, y también, el número de procedimientos GZB “terapia electroconvulsiva”, según CIE10ES, … tanto a nivel de hospitalización como ambulatorio en el periodo especificado

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