En el primero de una serie de reportajes que exploran la lucha contra la trata en el Sahel, Noticias ONU analiza más de cerca qué hay detrás del crecimiento del fenómeno.
Una enmarañada red de tráfico se ha tejido a lo largo del Sahel, que abarca casi 6.000 kilómetros desde el Océano Atlántico hasta el Mar Rojo, y alberga a más de 300 millones de personas en Burkina Faso, Camerún, Chad, Gambia, Guinea, Malí, Mauritania, Níger, Nigeria y Senegal.
El Sahel es descrito por la ONU como una región en crisis: quienes viven allí son presa de la inseguridad crónica, las crisis climáticas, los conflictos, los golpes de Estado y el surgimiento de redes criminales y terroristas. Las agencias de la ONU esperan que más de 37 millones de personas necesiten asistencia humanitaria en 2023, unos 3 millones más que en 2022.
Desentrañar la seguridad
La seguridad ha sido durante mucho tiempo un problema en la región, pero la situación se degradó notablemente en 2011, luego de la intervención militar dirigida por la OTAN en Libia, que condujo a la desestabilización en curso del país.
El caos resultante y la porosidad de las fronteras obstaculizaron los esfuerzos para detener los flujos ilícitos, y los traficantes que transportaban armas de fuego libias saqueadas cabalgaron hacia el Sahel impulsados por la insurgencia y la propagación del terrorismo.
Los grupos armados ahora controlan franjas de Libia, que se ha convertido en un centro de tráfico. La amenaza terrorista ha empeorado, con el notorio grupo Estado Islámico (ISIL) ingresando a la región en 2015, según la Dirección Ejecutiva del Comité contra el Terrorismo del Consejo de Seguridad de la ONU (CTED).
Se pueden encontrar mercados en todo el Sahel que venden abiertamente una amplia gama de productos de contrabando, desde medicamentos falsos hasta rifles de asalto estilo AK. El tráfico de medicamentos suele ser mortal, se estima que mata a 500.000 africanos subsaharianos cada año; en un solo caso, 70 niños gambianos murieron en 2022 tras ingerir jarabe para la tos de contrabando. El combustible es otra mercancía traficada por los principales actores: grupos terroristas, redes criminales y milicias locales.
Cerrando corredores del crimen
Con el fin de luchar contra el tráfico y otras amenazas en evolución, un grupo de países de la región (Burkina Faso, Malí, Mauritania, Níger y Chad) formaron, con el apoyo de la ONU, la Fuerza Conjunta del Grupo de los Cinco para el Sahel. (G5 Sahel).
Mientras tanto, la cooperación transfronteriza y la represión de la corrupción van en aumento. Las autoridades nacionales han incautado toneladas de contrabando y las medidas judiciales han desmantelado las redes. Las asociaciones, como el acuerdo recientemente firmado entre Côte d’Ivoire y Nigeria, están abordando el tráfico ilegal de drogas.
La Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC) es un actor principal en los esfuerzos para reforzar la seguridad al detener los intentos de tráfico.
En 2020, por ejemplo, KAFO II, una operación de UNODC-INTERPOL, obstruyó con éxito una ruta de suministro terrorista con destino al Sahel, y los oficiales se apoderaron de una gran cantidad de botines traficados: 50 armas de fuego, 40.593 cartuchos de dinamita, 6.162 rondas de municiones, 1.473 kilogramos de cannabis y khat, 2.263 cajas de drogas de contrabando y 60.000 litros de combustible.
Las operaciones encubiertas como KAFO II brindan información valiosa sobre la naturaleza cada vez más compleja y entrelazada del tráfico, lo que demuestra la importancia de conectar los puntos entre los casos de delitos que involucran armas de fuego y terroristas en diferentes países, y adoptar un enfoque regional.
Represión de la corrupción
Estos conocimientos están respaldados en una serie de nuevos informes de la UNODC, que identifican a los actores, los facilitadores, las rutas y el alcance del tráfico, revelan hilos comunes entre la inestabilidad y el caos y brindan recomendaciones para la acción.
Uno de esos hilos es la corrupción, y los informes piden que se refuerce la acción judicial. El sistema penitenciario también debe participar, ya que los centros de detención pueden convertirse en “una universidad para delincuentes” para ampliar sus redes.
“El crimen organizado se alimenta de las vulnerabilidades y también socava la estabilidad y el desarrollo en el Sahel”, dice François Patuel, jefe de la Unidad de Investigación y Concientización de la UNODC. “La combinación de esfuerzos y la adopción de un enfoque regional conducirán al éxito en la lucha contra el crimen organizado en la región”.
La crisis plantea una ‘amenaza global’
La lucha contra el crimen organizado es un pilar central en la batalla más amplia para hacer frente a la crisis de seguridad en la región, que el Secretario General de la ONU, António Guterres, representa una amenaza global.
“Si no se hace nada, los efectos del terrorismo, el extremismo violento y el crimen organizado se sentirán mucho más allá de la región y el continente africano”, advirtió el Sr. Guterres en 2022. “Debemos repensar nuestro enfoque colectivo y mostrar creatividad, yendo más allá esfuerzos existentes”.
Cómo la ONU apoya a la población del Sahel
- La Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (ACNUDH) ha brindado apoyo directo a la Fuerza G5 Sahel para poner en marcha e implementar medidas para reducir el daño civil y responder a las violaciones.
- La UNODC se une habitualmente a socios nacionales y mundiales, incluida INTERPOL, para obstruir las rutas de suministro.
- El plan de respuesta a la crisis de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) tiene como objetivo llegar a casi 2 millones de personas afectadas al mismo tiempo que aborda las causas estructurales de la inestabilidad, con un enfoque específico en la fragilidad transfronteriza.
- La OMS lanzó un llamamiento de emergencia para financiar proyectos de salud en la región en 2022 y trabaja con 350 socios de salud en seis países.
- La Estrategia Integrada de las Naciones Unidas para el Sahel (UNIS) proporciona orientación para los esfuerzos sobre el terreno en 10 países.
- El Plan de Apoyo de la ONU para el Sahel continúa fomentando la coherencia y la coordinación para una mayor eficiencia y entrega de resultados relacionados con el marco de UNISS, en línea con la resolución 2391 del Consejo de Seguridad.