Todos los días, los oficiales de derechos humanos de la ONU están en primera línea para apoyarlos.
Son parte del trabajo de campo de la ONU, hablando con los más afectados por el conflicto y monitoreando cómo se respetan los principios de derechos humanos y las obligaciones del derecho internacional humanitario en situaciones de conflicto e inseguridad; como en Garowe, Somalia, donde casi 75.000 hombres, mujeres y niños han huido a la seguridad de los enfrentamientos armados cercanos en medio de un conflicto que ya ha desplazado a unas 200.000 personas.
Lea sobre un día en la vida de un equipo de derechos humanos de la ONU aquí.
Amina Abdirahman comparte una habitación con tres de sus seis hijos en Garowe, Somalia, después de huir de un estallido de combates en Laascaanood, a 127 km de distancia.
