En el Encuentro Mundial sobre Fraternidad Humanidad, el costarricense Oscar Arias Sánchez -Premio Nobel de Paz 1987- insistió en la urgencia de crear la mesa de negoción para superar la guerra: “Los intereses de las grandes potencias para que la guerra continúe y puedan seguir vendiendo armas son muy grandes”.
Johan Pacheco – Ciudad del Vaticano
El premio Nobel de la Paz, Oscar Arias, considera la urgencia de una mesa de negociación para poner fin a la guerra que solamente favorece a los fabricantes de armas, “para vender más y hacer más dinero con el dolor de las familias, que van a perder a sus seres queridos en una guerra”. Así lo expresó en entrevista a Vatican News durante el Encuentro Mundial sobre Fraternidad Humana que se efectuó en el Vaticano este 10 de junio.
Oscar Arias expresidente de Costa Rica, recibió el Nobel de la Paz en 1987 por su “Plan de Paz” que lo logró pacificar los pueblos en Centroamérica e impulsó la democratización de sus naciones.
“Vivimos tiempos difíciles con mucho conflicto. Siendo evidentemente la guerra en Ucrania, el más importante, el más atroz, el más doloroso”, dice Arias, considerando esta guerra como un negocio para los fabricantes de armas que se nutren del dolor de la muerte: “esta puede ser una guerra de desgaste y que dure muchos años y la verdad es que lo que yo puedo apreciar, como en centroamericano -como costarricense- que vivimos en los ochenta una guerra, en tiempos de la guerra fría, en que las dos superpotencias ponían las armas y nosotros poníamos los muertos. Y que en Ucrania es algo parecido, Ucrania pone los muertos, y la OTAN y Rusia ponen las armas”.
“Los intereses de las grandes potencias para que la guerra continúe y puedan seguir vendiendo armas son muy grandes”, señala Arias.
El Nobel de la Paz, que participó en el Encuentro Mundial sobre Fraternidad Humanareitera la urgencia de una mesa de negociación: “Yo he venido aquí a urgir ir a la mesa de negociación cuanto antes. Recordemos aquella famosa frase de John Kennedy en su discurso inaugural: No hay que negociar por miedo, pero tampoco hay que tenerle miedo a negociar”.
La vecina Nicaragua
También el expresidente de Costa Rica lamentó la situación que vive Nicaragua:
“Nuestro vecino Nicaragua, como todo el mundo sabe, tiene un gobierno tiránico donde se han expulsado a órdenes religiosas, tienen en la cárcel a sacerdotes, a obispos”; ante ello, Arias ve necesario seguir alzando la voz para lograr la libertada de los detenidos y el bienestar de la población.
Arias considera fundamental la voz del Vaticano y del Santo Padre, que “es una de las voces más escuchadas y con mayor fuerza, obviamente por venir de él repercute en las poblaciones católicas en todo el mundo”, dice.
Iglesia más humana que levanté la voz
Sobre el Sínodo de la Sinodalidad, cree que la Iglesia debe reflexionar sobre “como ser más humana y pensar en los más necesitados, al igual que Cristo pensar en la gente pobre”. Por ello, considera que “si la Iglesia levantará su voz para pedirle a los gobiernos que dejen de gastar en armas y soldados para liberar recursos para la atención de la gente más humilde, más necesitada, más pobres, sería una voz muy potente”.
Finalmente, recuerda que “la paz no es fácil, es más fácil hacer la guerra. Pero la paz es necesaria. Por eso, es que debemos dedicarle más tiempo y más recursos, una mayor voluntad para construir sociedades pacíficas”.
