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Ataques de pánico: las razones por las que puedes desbloquearlos

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Inesperado, abrumador e incluso aterrador. Quizás en algún momento te hayas preguntado por qué tienes ataques de pánico. Esa sensación repentina de que estás sin aliento, que tu corazón late con fuerza y ​​que el miedo se apodera de cada parte de tu mente y cuerpo es algo muy desagradable. Todo está fuera de tu control. Y si hay un aspecto que genera aún más miedo es la repetición de estas sensaciones.

El primer ataque de pánico nunca se olvida. Podemos decir que esta es una de las sensaciones más desagradables que alguien puede experimentar. Sin embargo, destaquemos en qué consiste la sintomatología.

Síntomas físicos

• mareos

• temblores

• palpitaciones

• dolor en el pecho

• sensación de asfixia

• náuseas, malestar estomacal

• entumecimiento del cuerpo

• escalofríos y sudoración al mismo tiempo

Síntomas emocionales y cognitivos

• miedo excesivo e irracional

• despersonalización (desapego de uno mismo)

• la sensación de que uno se está “volviendo loco”

• desrealización (sentimiento de que todo lo que nos rodea no es real)

Si alguna vez te has preguntado por qué tienes un ataque de pánico, debes saber que no se debe a factores como debilidad o incompetencia emocional. No te castigues ni te culpes por ello. Todos podemos sobrevivir. Veamos de inmediato las razones por las que puede sufrir ataques de pánico:

1. Causas biológicas y genéticas

Si bien es posible que todos experimentemos un ataque de pánico en algún momento, algunas personas lo experimentan regularmente. La razón de esto sería factores genéticos. Los ataques de pánico son, en promedio, más comunes en las mujeres, y esta característica genética aumenta el riesgo de que ocurran.

2. Cambios funcionales en los cilios cerebrales

Si se pregunta por qué tiene estos ataques, la causa estaría en la amígdala de su cerebro. Este centro neurálgico del procesamiento emocional puede tener ciertas características que aumentan tu riesgo de sufrir más ataques de pánico.

La amígdala, el centro de las redes de procesamiento del miedo, estaría vinculada tanto a los ataques de pánico como a su versión crónica: el trastorno de pánico.

Lo que provoca el problema es ponernos en un constante estado de “alarma”. Esta hiperexcitación encapsula la sensación de miedo constante y de que algo muy malo va a pasar.

3. Estrés crónico o presión prolongada

Si bien el estrés es un mecanismo natural que nos permite enfrentar desafíos y amenazas específicas, en ocasiones escapa a nuestro control. Cuando las situaciones estresantes y las tensiones se prolongan y las exigencias superan nuestros recursos psicológicos, se producen ataques.

El cuerpo y el cerebro muestran en estas situaciones un nivel muy alto de cortisol, norepinefrina y adrenalina. Toda esta tensión acumulada “explota” en un punto. Del mismo modo, sabemos que hay personas con menor resistencia al estrés, y esto aumenta la aparición de ataques.

4. Cuando el miedo se apodera

Los ataques en cuestión ocurren de forma independiente o se acompañan de otros trastornos como la ansiedad o el trauma. La vida nos pone en circunstancias difíciles que no siempre sabemos cómo afrontar y que van acompañadas de una constante sensación de miedo. Veamos algunos ejemplos:

• hacer frente a la pérdida

• un ser querido enfermo

• hacer frente al trauma psicológico

• pérdida de empleo y problemas financieros

• fobias

• cambios intensos en la vida, como una ruptura

5. Otras razones por las que tienes ataques de pánico

Este hecho puede llamarnos la atención, pero la ciencia lleva décadas advirtiendo sobre tal factor: el tabaco aumenta el riesgo de sufrir ataques de pánico.

Por otro lado, no se puede ignorar el hecho de que el consumo de ciertas sustancias psicoactivas a menudo conduce a estas experiencias.

Foto de samer daboul: https://www.pexels.com/photo/extreme-close-up-photo-of-frightened-eyes-4178738/

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