Las campanas de alarma han sonado en la agencia de la ONU en particular debido a un «pico sin precedentes» en las temperaturas de la superficie del mar en el Atlántico Norte.
«La primera semana de julio… podría considerarse como el período más cálido o la semana más cálida jamás registrada», con una temperatura global promedio cercana a los 17,24 grados centígrados el 7 de julio, dijo Omar Baddour, Jefe de Vigilancia del Clima de la OMM.
Sin precedentes es la nueva normalidad
El experto de la OMM agregó que las temperaturas diarias de junio en el Atlántico Norte habían sido «dramáticamente altas» en comparación con las lecturas habituales, mientras que los niveles de hielo marino en la Antártida alcanzaron su nivel más bajo en junio desde que comenzaron las observaciones por satélite.
Con un impactante 17 por ciento por debajo del promedio, las lecturas de este año rompieron el récord de junio de 2022 por un margen sustancial y representaron «una caída realmente dramática en la extensión del hielo marino en la Antártida»: unos 2,6 millones de kilómetros cuadrados de hielo marino perdido.
Michael Sparrow, Jefe del Programa Mundial de Investigación del Clima de la OMM, destacó que «realmente no tiene precedentes» ver este tipo de reducción en el hielo marino alrededor de la Antártida.
“Normalmente se piensa que la región antártica es relativamente estable; es mucho más frío que el Ártico. Estamos acostumbrados a ver estas grandes reducciones en el hielo marino en el Ártico, pero no en la Antártida”.
Una ola de calor marina
Más allá de la Antártida, la agencia de la ONU advirtió que la «ola de calor marina» también afectaría la distribución de la pesca y los ecosistemas oceánicos, con efectos colaterales en el clima.
No es solo la temperatura de la superficie del agua, sino que todo el océano se está calentando y absorbiendo energía que permanecerá allí durante cientos de años, explicó la OMM.
“Cuando tienes un ciclón tropical, todo se ve afectado en las costas, incluidas las pesquerías, pero también en el interior”, dijo el Sr. Baddour. “Con fuertes precipitaciones que podrían provocar víctimas, desplazamiento de poblaciones, etc. Entonces, si decimos que es un cambio dramático, eso también significa una probabilidad dramática de eventos climáticos y meteorológicos extremos”.
El Niño effect
La semana pasada, la OMM anunció el inicio de El Niño, caracterizado por un calentamiento del Océano Pacífico. Combinado con el efecto de los gases de efecto invernadero inducido por el hombre, se espera que el patrón climático haga que uno de los próximos cinco años sea el más cálido registrado.
Los funcionarios de la OMM dijeron a los periodistas en Ginebra que «estamos en un territorio desconocido, y podemos esperar que caigan más récords a medida que El Niño se desarrolle», con impactos que se extienden hasta 2024.
“Durante un año de El Niño, también hay temperaturas más altas en la atmósfera porque el calor se mueve de los océanos a la atmósfera”, dijo el Sr. Sparrow.
“De hecho, estamos al comienzo de ese proceso, por lo que El Niño no ha tenido tanto efecto como lo tendrá más adelante en el año. Entonces, estamos viendo estas altas temperaturas en el Atlántico Norte… a pesar de que El Niño aún no se ha puesto en marcha».
Según el Sr. Baddour de la OMM, se espera que el año más cálido sea posterior a 2023, cuando se espera que El Niño se recupere. Es probable un año récord en 2024, si la fuerza de El Niño continúa desarrollándose de acuerdo con los pronósticos.
