“Es hora de abolir de una vez por todas la explotación humana y de reconocer la dignidad igual e incondicional de todos y cada uno de los individuos”. dicho Audrey Azoulay, directora general de UNESCO.
“Hoy recordemos a las víctimas y a los luchadores por la libertad del pasado para que puedan inspirar a las generaciones futuras a construir sociedades justas”.
La noche del 22 al 23 de agosto fue un punto de inflexión en la historia, marcó el inicio de un levantamiento en Saint Domingue (ahora Haití) en 1791, que jugó un papel fundamental para poner fin a la trata transatlántica de esclavos.
Es en este contexto que el Día Internacional del Recuerdo de la Trata de Esclavos y su Abolición es conmemorado anualmente el 23 de agosto.
El Día tiene como objetivo inscribir los horrores de la trata de esclavos en la memoria colectiva, fomentar la reflexión y ofrecer una oportunidad para examinar las complejas interacciones que se desarrollaron entre África, Europa, las Américas y el Caribe como resultado de la esclavitud humana.
Las rutas de los pueblos esclavizados
A través de un proyecto intercultural Las rutas de los pueblos esclavizadosla UNESCO ha mejorado nuestra comprensión del comercio, ha desarrollado redes e iniciativas científicas de alto nivel sobre el tema de la esclavitud, su abolición y la resistencia que generó.
Desde su lanzamiento en 1994, el proyecto también ha desempeñado un papel importante a la hora de romper el silencio que rodea la historia de la esclavitud y la forma en que ésta ha dado forma al mundo moderno.
Entre sus principales objetivos, contribuye a “desracializar” la visión de la sociedad y “descolonizar” cómo se la ve, disipando narrativas basadas en el concepto de raza que justificaban estos sistemas de explotación.
También promueve las contribuciones de los afrodescendientes al progreso general de la humanidad y cuestiona las desigualdades sociales, culturales y económicas que son legados de la trata de esclavos.
Arca del retorno
Los recuerdos de millones de víctimas del comercio, que sufrieron una indescriptible injusticia, así como de los abolicionistas y héroes anónimos que se levantaron para poner fin a esta práctica opresiva, están permanentemente consagrados en la Sede de las Naciones Unidas, en Nueva York, en forma de un monumento llamado el Arca del retorno.
El nombre del monumento se inspiró en los mapas de la trata triangular de esclavos y en la historia de un castillo de esclavos en la isla de Gorée en Senegal, donde los esclavos eran mantenidos en cautiverio antes de ser enviados. Una puerta del castillo era conocida siniestramente como la «puerta sin retorno».
En una entrevista de 2015 con Noticias ONU, el arquitecto del monumento, Rodney Leon, un estadounidense de ascendencia haitiana, explicó el motivo del nombre.
“Sentimos que sería un buen contrapunto establecer un espacio espiritual de retorno, un ‘Arca de Retorno’, un recipiente donde podamos comenzar a crear una contranarrativa y deshacer parte de esa experiencia”, dijo.
Haga clic aquí para la entrevista.