Denise Brown emitió una declaración deplorando los ataques “indiscriminados” que impactan a civiles e infraestructura civil.
Hizo hincapié en que las personas en el sur, incluidas las regiones de Kherson y Odesa, habían soportado “un fin de semana particularmente duro” después de los informes de que los ataques dejaron a muchos civiles, incluidos niños, muertos y heridos.
Una familia entera, incluido un bebé, se encontraba entre las víctimas, según informes de los medios. También resultaron dañadas casas, hospitales y escuelas.
Los humanitarios también se vieron afectados
“Los ataques también afectaron a los trabajadores humanitarios y nuestra capacidad para apoyar a quienes sufren las consecuencias de la guerra”, dijo la Sra. Brown.
Informó que los socios de la organización no gubernamental ADRA tuvieron que detener la distribución de artículos vitales después de que su almacén y sus automóviles fueran dañados por los bombardeos en la región de Kherson.
“Se debe respetar a los civiles y la infraestructura civil, nunca deben ser un objetivo”, enfatizó.
El jueves pasado, la Sra. Brown condenó un ataque ruso contra un hotel en Zaporizhzhya utilizado por personal de la ONU y de ONG, en el que, según informes, una persona murió y 16 resultaron heridas.
Continúa la entrega de ayuda
Mientras tanto, la ONU y sus socios continúan apoyando a las personas en toda Ucrania.
La semana pasada, dos convoyes interinstitucionales entregaron asistencia a las comunidades de primera línea en las regiones de Donetsk y Zaporizhzhia.
Los convoyes entregaron agua embotellada, alimentos, medicinas, materiales de albergue, kits de higiene y artículos para el hogar para apoyar a más de 15.000 personas que permanecen en estas zonas.
Desde enero, los trabajadores humanitarios han entregado ayuda a más de 7,3 millones de personas en Ucrania, donde un total de 18 millones de personas necesitan ayuda.
