La asociación, denominada COVID-19 Technology Access Pool (C-TAP), se lanzó en 2020 para facilitar el acceso oportuno, equitativo y asequible a los productos sanitarios COVID-19 a través de acuerdos de licencia no exclusivos, transparentes y orientados a la salud pública.
“La COVID-19 llegó para quedarse y el mundo seguirá necesitando herramientas para prevenirla, realizar pruebas y tratarla”, afirmó Tedros Adhanom Ghebreyesus, Director General de la OMS.
“A través de C-TAP, la OMS y nuestros socios se comprometen a hacer que esas herramientas sean accesibles para todos, en todas partes. Agradezco el liderazgo mostrado por aquellos titulares de licencias que han aportado tecnología.
Hasta el 16 de agosto, ha habido 769.806.130 casos confirmados de COVID-19 en todo el mundo, incluidas 6.955.497 muertes, mientras que se han administrado casi 13.500 millones de dosis de vacunas.
Impulso importante
Las tres instituciones que se unen a C-TAP incluyen al fabricante privado de vacunas Medigen Vaccine Biologics Corp, el Consejo Nacional de Investigaciones de España y la Universidad de Chile.
Medigen Vaccine Biologics Corp está ofreciendo su patente para una vacuna COVID-19 de la que se han administrado más de tres millones de dosis en siete países.
Asimismo, el Consejo Nacional Científico de España comparte la licencia de un prototipo de vacuna contra el COVID-19, y la Universidad de Chile, una tecnología para la cuantificación de anticuerpos neutralizantes.
La incorporación de las tres nuevas licencias proporciona un impulso importante al esfuerzo general en la lucha contra el COVID-19, dijo la OMS. Las nuevas licencias son globales, transparentes y no exclusivas para todos los fabricantes.
Se puede acceder a las licencias en el sitio web de C-TAP.
