Los datos más recientes de la matriz de desplazamiento de la OIM indican que el enfrentamiento entre el ejército sudanés y los paramilitares ha desarraigado a un número asombroso de personas, con más de 926.000 buscando refugio en el extranjero y un total de 3,02 millones de desplazados internos.
Según la última actualización de la situación humanitaria de la OIM, las personas se han visto obligadas a abandonar los 18 estados de Sudán. Los que tienen las proporciones más altas de personas desplazadas son el río Nilo (15 %), el norte (11 %), el norte de Darfur (9 %) y el Nilo Blanco (9 %).
Los equipos de campo de la OIM han informado que la mayoría de los desplazados internos, el 71 por ciento, procedían del estado de Jartum.
La organización de la ONU enfatizó que la estimación actual de desplazamientos en los últimos 108 días supera el total registrado en los cuatro años anteriores. Pero también señaló que el acceso a muchas áreas sigue siendo imposible debido a los combates, lo que significa que las evaluaciones actuales se han basado en informes o estimaciones preliminares.
Refugio a través de las fronteras
Un total de 926.841 personas han buscado refugio en países vecinos como Egipto, Libia, Chad, República Centroafricana, Sudán del Sur y Etiopía. Los ciudadanos sudaneses representaron más de dos tercios de estas llegadas, mientras que los ciudadanos extranjeros y los repatriados constituyeron el tercio restante, dijo la OIM.
Para conmemorar los 100 días desde el comienzo del conflicto el 24 de julio, el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados, Filippo Grandi, dijo que era “hora de que todas las partes en este conflicto pongan fin de inmediato a esta trágica guerra”, en medio de la creciente preocupación por los refugiados que huyen de Sudán.
Según la agencia de la ONU para los refugiados, ACNUR, las condiciones han sido «angustiosas» para quienes llegan a los refugios en los países vecinos, donde los campos de desplazados están superpoblados y la inminente temporada de lluvias ha dificultado la reubicación y las entregas de ayuda.
Haciéndose eco de esas preocupaciones, la OIM también advirtió el miércoles que las lluvias representan un riesgo significativo de inundaciones y podrían exacerbar las condiciones ya frágiles.
horrores de la guerra
Desde mediados de abril, el conflicto entre las fuerzas armadas de Sudán y las paramilitares Fuerzas de Apoyo Rápido (RSF) ha provocado desplazamientos, muertos, heridos y una crisis humanitaria en curso. Los informes de saqueos, ataques a instituciones públicas y la ocupación de casas particulares continúan en la capital, Jartum, mientras que los enfrentamientos persisten en cuatro de los cinco estados de Darfur.
La semana pasada, la Organización Mundial de la Salud (OMS) informó casos de enfermedades infecciosas y otras enfermedades entre las poblaciones desplazadas que han buscado refugio en lugares de difícil acceso, donde los servicios de salud son limitados. La agencia de la ONU también informó que más de 50 establecimientos de salud han sido atacados.
Aunque la OMS está apoyando los servicios de salud tanto en Sudán como en los países limítrofes, la organización advirtió que la crisis sanitaria ha impactado a toda la región. Y a medida que continúan los esfuerzos para poner fin a los combates, los trabajadores humanitarios temen que la situación pueda empeorar para los civiles que ya son vulnerables y están atrapados en el conflicto.
