Kigali ‒ Cuando Jean Paul Nduwumwe decidió hacerse una prueba de hepatitis mientras acompañaba a su esposa embarazada en una visita a la clínica, no tenía idea de que después de un resultado positivo y tres meses de tratamiento su salud y su bienestar se recuperarían y se sentiría “renacido”. ”.
Nduwumwe, residente del distrito de Gasabo, en las afueras de la capital de Ruanda, Kigali, padecía una enfermedad desconocida. Estaba tan enfermo que no podía sentarse, no podía dormir y ya no podía caminar ni siquiera distancias cortas.
“Insto a todos a que se hagan la prueba. Los trabajadores de la salud están listos para atenderlo si su prueba es positiva”. Jean Paul Nduwumwe, curado de la infección por hepatitis C
La prueba de ese día, parte de la estrategia integral de Ruanda para eliminar la hepatitis, probablemente le salvó la vida. La hepatitis viral, una inflamación del hígado que puede provocar cicatrices en el hígado (cirrosis) o incluso cáncer de hígado, se conoce como un asesino silencioso porque las personas a menudo no experimentan síntomas obvios, hasta que la infección causa complicaciones de salud graves.
Ruanda es uno de los siete países del mundo que fueron evaluados y seleccionados en 2018 por la Organización Mundial de la Salud (OMS) para poner a prueba la validación de la eliminación de la hepatitis viral como una amenaza para la salud pública. «Este ejercicio estimuló a Ruanda a trabajar más duro para alcanzar los objetivos de eliminación de la hepatitis», dice el Dr. Janvier Serumondo, director de la unidad de infecciones de transmisión sexual y otras infecciones de transmisión sanguínea del Centro Biomédico de Ruanda.
Ruanda ha transformado su prevención, tratamiento y atención de la hepatitis, logrando todos sus objetivos nacionales. Esto incluye el examen de más de 7 millones de personas de 15 años o más, el inicio del tratamiento de 60.000 personas y la reducción de la prevalencia de la infección por hepatitis C a menos del 1%. Ruanda está en camino de alcanzar su propio objetivo de eliminar la hepatitis C para 2024, superando el plazo fijado por la OMS para 2030.
«La OMS felicita al Gobierno de Ruanda por sus logros y seguirá apoyando los esfuerzos del país hacia la eliminación». Dr. Muhayimpundu Ribakare, OMS Ruanda
El gobierno implementó una serie de intervenciones clave para lograr estos resultados. Los servicios de salud para personas con hepatitis se descentralizaron a los niveles más bajos de atención. Se han implementado tareas compartidas entre médicos y enfermeras, con enfermeras capacitadas para detectar y tratar casos sencillos en el nivel de atención primaria de salud, bajo la supervisión de un médico, y para remitir casos complicados a un nivel de atención de salud avanzado.
Los resultados de las pruebas rápidas están disponibles en 20 minutos y el gobierno también negoció una reducción de 20 veces en los costos de adquisición de medicamentos para ofrecer tratamiento gratuito a todos los pacientes. «Estas estrategias han sido tremendamente importantes y han aumentado el acceso a las pruebas y al tratamiento», afirma el Dr. Serumondo.
La enfermera Marie Rose Kwitonda, que trabaja en el departamento de hepatitis del Centro de Salud de Gikondo, un centro de atención primaria de salud en Kigali, dice que la mejora de las habilidades de los trabajadores de la salud como ella, capacitándolos para realizar pruebas y tratar a los pacientes, ha sido invaluable.
“Cambió drásticamente el flujo de trabajo. Antes, solíamos realizar campañas en todo el país para encontrar y detectar hepatitis en las personas. Hoy en día hacemos pruebas a casi todas las personas que ingresan a la clínica en un día determinado”, dice.
La OMS ha desempeñado un papel central al proporcionar directrices globales y orientación técnica para el desarrollo y adaptación de directrices nacionales al contexto de Ruanda. Según el Dr. Serumondo, la Organización supervisa el progreso hacia los objetivos de eliminación y mantiene al país en el camino correcto.
«La OMS ha estado junto al gobierno de Ruanda en cada paso del camino desde el lanzamiento del plan nacional de eliminación en 2018», dice el Dr. Muhayimpundu Ribakare, oficial del programa de la OMS para Ruanda para la hepatitis. «La OMS felicita al Gobierno de Ruanda por sus logros y seguirá apoyando los esfuerzos del país hacia la eliminación».
La recuperación de Nduwumwe es una prueba de la eficacia del tratamiento y ahora ha vuelto a trabajar como pintor de casas. “Insto a todos a que se hagan la prueba. Los trabajadores sanitarios están preparados para atenderte si el resultado es positivo”, afirma.
