Afganistán continúa enfrentando una crisis humanitaria provocada por décadas de inestabilidad, exacerbada por severas sequías y desastres naturales. Como resultado, millones viven con escaso o ningún acceso a atención médica y alimentos, lo que los pone en grave riesgo de desnutrición y brotes de enfermedades.
La OMS agregó que la vulnerabilidad de las mujeres y las niñas se ha intensificado aún más a medida que enfrentan mayores obstáculos para acceder a la atención médica debido a los edictos talibanes sobre educación y participación laboral.
‘Una preocupación humanitaria crítica’
“La situación en Afganistán es crítica y exige atención urgente”, dijo el Dr. Luo Dapeng, representante de la OMS allí.
“Para un país ya afectado por décadas de conflicto, la financiación insuficiente del sistema de salud es una preocupación humanitaria crítica. Las consecuencias de esta falta de fondos no pueden exagerarse”.
La ONU y sus socios informan de un aumento alarmante en el número de afganos que necesitan ayuda humanitaria urgente este año. Casi 29 millones requieren asistencia inmediata, frente a los 18,4 millones antes de agosto de 2021, cuando los talibanes regresaron al poder.
Para hacer frente a la emergencia sanitaria, los trabajadores humanitarios se dirigen a 14 millones de personas, incluidos 7,5 millones de niños y 3,1 millones de mujeres. Alcanzaron los 8,4 millones durante los primeros seis meses del año y han brindado más de 25 millones de servicios de salud desde 2022.
‘Innumerables vidas en riesgo’
Sin embargo, la OMS advirtió que, a pesar de estos esfuerzos y sin fondos suficientes, ocho millones de afganos perderán el acceso a la atención médica esencial y potencialmente vital.
Además, 450 000 personas tendrán poco o ningún acceso a los servicios de atención traumatológica que salvan vidas, incluidas transfusiones de sangre y referencias. Aproximadamente 1,6 millones de personas con problemas de salud mental también tendrán dificultades para acceder a la ayuda.
Tedros Adhanom Ghebreyesus, el Director General de la OMS, instó a los donantes a dar generosamente para que su trabajo de salvar vidas pueda continuar.
«La situación en Afganistán es grave, y la falta de recursos y financiación para apoyar a los trabajadores y las instalaciones sanitarias está poniendo en peligro innumerables vidas», dijo. «Las mujeres y los niños son los que más sufren».
Una responsabilidad colectiva
Durante el resto del año, la OMS seguirá trabajando con sus socios para hacer frente a emergencias sanitarias críticas en Afganistán y, al mismo tiempo, aprovechar los éxitos logrados en 2022.
La agencia de la ONU enfatizó que aún queda mucho trabajo por hacer para cumplir con sus prioridades, que incluyen proteger a las personas todos los días; llegando a todos, en todas partes, y poniendo a las madres y los niños primero.
El Dr. Ahmed Al Mandhari, Director Regional para el Mediterráneo Oriental, instó a la comunidad internacional a unirse a la OMS y responder a la actual crisis humanitaria de salud en Afganistán.
«Es nuestra responsabilidad colectiva actuar ahora para apoyar el sistema de salud afgano», dijo. «Las consecuencias de la inacción son catastróficas y pueden dejar un impacto duradero en la salud y el bienestar del pueblo afgano».
