En todo el país, ha habido al menos 31.342 casos sospechosos o confirmados de cólera y 230 muertes en los primeros siete meses de 2023, muchos de ellos niños.
La provincia más afectada, Kivu del Norte, ha visto más de 21.400 casos confirmados o sospechosos, incluidos más de 8.000 niños menores de cinco años, según el Ministerio de Salud Pública. Esto se compara con 5120 casos totales en todo 2022, con 1200 de ellos niños menores de cinco años.
«El tamaño del brote de cólera y la devastación que amenaza deberían hacer sonar las alarmas», dijo Shameza Abdulla, Coordinadora Superior de Emergencias de UNICEF en la República Democrática del Congo, con sede en Goma. «Si no se toman medidas urgentes en los próximos meses, existe un riesgo significativo de que la enfermedad se extenderá a partes del país que no han sido afectadas por muchos años”.
Inodoros instalados por UNICEF y sus aliados en el campamento de Bulengo, al oeste de la ciudad de Goma, República Democrática del Congo.
Ayuda urgente para desplazados
La RDC, que soporta la peor crisis de desplazamiento en África y entre lo peor a nivel mundial, con más de 6,3 millones de desplazados en todo el país. Los campos de desplazados generalmente están superpoblados y sobrecargados, lo que los hace propicios para la transmisión del cólera.
“También está el peligro de que siga propagándose en sitios de desplazamiento donde los sistemas ya están abrumados y la población, especialmente los niños, es altamente vulnerable a la enfermedad y, potencialmente, a la muerte. Las familias desplazadas ya han pasado por mucho”, agregó la Sra. Abdulla.
UNICEF está solicitando $ 62,5 millones para ampliar sus actividades de prevención y respuesta a la crisis del cólera y el saneamiento durante los próximos cinco meses, que busca llegar a 1,8 millones de personas, incluidos 1 millón de niños, con agua potable, kits de higiene, letrinas, médicos suministros y atención del cólera adaptada a los niños. Actualmente, la apelación está financiada solo en un nueve por ciento.
