El Papa: Urge una economía «iluminada» ante los desafìos del clima y la pobreza

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Hoy existe «la urgente necesidad de una economía nueva e ‘iluminada’, para afrontar los tiempos cambiantes y los temibles desafíos que se nos presentan», empezando por la pobreza y el medio ambiente. Así se expresa el Papa Francisco en el mensaje enviado a los participantes en el V Festival Nacional de Economía Civil, reunidos estos días en Florencia. A ciudadanos, miembros de asociaciones, profesores, representantes de instituciones y «protagonistas de buenas prácticas empresariales y asociativas», el Pontífice señala los dos problemas que marcan particularmente el mundo de hoy: «El de la pobreza, es decir, el de las desigualdades en un modelo económico que produce desechos y descartes, y el de la emergencia climática que pone en riesgo nuestro futuro en el planeta».

Vías de respuesta

«Una visión más profunda, inspirada en la ecología integral, nos hace comprender que en la raíz de estas perturbaciones que desestabilizan la convivencia en todas las latitudes hay un problema de empobrecimiento del sentido de vivir», escribe el Papa. Recuerda que la economía civil dispone de «muchos instrumentos» para afrontar estos problemas, «para encuadrarlos en su justa medida y ofrecer vías de respuesta». Pero para que esto sea cada vez más común y eficaz, es necesario «superar reduccionismos y lugares comunes».

No mirar sólo el beneficio, sino el impacto social y medioambiental

«Profundizando en una antropología donde la persona es capaz de don y de esa forma superior de racionalidad que es la inteligencia social, hecha de confianza y cooperación, podremos llegar a una rica diversidad de formas de empresa y ver crecer el número de aquellos empresarios más «ambiciosos», que no miran sólo el beneficio sino también el impacto social y ambiental», asegura el Papa Francisco.

Orientaciones amplias

Esta es la economía «iluminada» que se necesita hoy. Necesita «orientaciones amplias, que ayuden a nuestra sociedad y tomen el camino del bienestar y la generatividad, y una política, también económica, enriquecida por la participación, la ciudadanía activa y las opciones responsables de los ciudadanos, en la lógica de la subsidiariedad que es el fundamento de la democracia».

Trabajar con y para los pobres

La invitación del Pontífice es, por tanto, a «elaborar teorías en esta dirección», pero también y sobre todo a «hacer suya la misión de unir a todos los hombres de buena voluntad»: «Sepan mirar la economía y el mundo con los ojos de los más pobres, de los marginados, de los descartados. Trabajen con ellos y para ellos».

«Comprométanse con valentía y pasión», es el deseo final de Francisco, «pero sobre todo, que converjan, haciendo prevalecer lo que une sobre las muchas distinciones que a veces debilitan la fuerza de la bondad con las intenciones más nobles».