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La libertad religiosa destacada en la 9ª Conferencia Mundial de la IRLA

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Comunicado de www.theimfc.org —

En el corazón de Silver Spring, Maryland, la sede mundial de la Iglesia Adventista del Séptimo Día recientemente fue sede de una reunión que fue, en muchos sentidos, un testimonio del poder de la unidad en la diversidad. El Asociación Internacional de Libertad Religiosa (IRLA) celebró su 130 aniversario con una conferencia que reunió a representantes de una gran variedad de orígenes religiosos, desde menonitas, musulmanes, católicos, bautistas, judíos y cienciólogos. ¿Su misión compartida? Defender la libertad de creencia para todos, independientemente de su fe o la falta de ella.

El evento, que marcó el 130 aniversario de la Asociación Internacional de Libertad Religiosa (IRLA) y la novena Conferencia Mundial de la organización sin fines de lucro, continuó una larga tradición de defensa adventista de la libertad de religión o de creencias.

El evento marcó el 130º aniversario de la Asociación Internacional de Libertad Religiosa (IRLA) y la 9ª Conferencia Mundial, y llevó adelante una larga tradición de defensa adventista de la libertad de religión o de creencias.

Este evento marcó la 9ª Conferencia Mundial de la IRLA, continuando la larga tradición de apoyo adventista a la libertad religiosa. La importancia de esta reunión no residió sólo en el número de participantes, sino también en los valores y el compromiso compartidos de sus participantes.

Ted NC Wilson, presidente de la Asociación General de los Adventistas del Séptimo Día, marcó el tono de la conferencia con su discurso de apertura. Subrayó el valor intrínseco de la libertad y afirmó que desempeña un papel fundamental en la preservación de nuestra humanidad compartida. En un mundo donde las divisiones a menudo parecen insuperables, las palabras de Wilson sirvieron como recordatorio de los valores universales que nos unen a todos.

Ted NC Wilson, presidente de la Asociación General de los Adventistas del Séptimo Día en el discurso de apertura

Ted NC Wilson, presidente de la Asociación General de los Adventistas del Séptimo Día en el discurso de apertura

La conferencia contó con varios oradores distinguidos, cada uno de los cuales aportó una perspectiva única. El Embajador Sam Brownback, con su doble función como copresidente de la Cumbre Internacional de Libertad Religiosa y ex Embajador Especial para la Libertad Religiosa Internacional, habló con autoridad sobre los desafíos globales a la libertad religiosa. El rabino Craig Axler, el reverendo Elijah Brown y César García enriquecieron aún más el discurso con las ideas de sus respectivas tradiciones religiosas.

Sin embargo, entre las diversas voces, surgió una preocupación común: el impacto de la polarización en la libertad en el mundo actual. Con el ascenso de los extremos ultraprogresista y ultraconservador, la esencia misma de la libertad religiosa está siendo puesta a prueba.

Ganoune Diop, secretario general de IRLA, ofreció una profunda definición de libertad. Lo describió como el derecho a expresar, practicar y compartir las propias creencias sin ningún tipo de coerción o manipulación. En su opinión, esta libertad destaca entre todas las demás libertades y derechos. El énfasis de Diop en la importancia de crear conciencia sobre la libertad de pensamiento y de conciencia fue un toque de atención para todos los asistentes. También defendió el diálogo interreligioso como una potente herramienta para combatir la creciente intolerancia en el mundo.

La Reverenda Olivia McDuff, en representación de la Iglesia de Scientology Internacional, expresó que la tolerancia religiosa es un principio adoptado por su iglesia. Señaló que su credo establece explícitamente que cada individuo posee derechos sobre sus prácticas religiosas. L. Ron Hubbard, fundador de Scientology, convirtió la tolerancia hacia las creencias de los demás en su libro El camino a la felicidad. En él, escribió: «La tolerancia es una buena piedra angular sobre la cual construir las relaciones humanas. Cuando uno observa la matanza y el sufrimiento causados ​​por la intolerancia religiosa a lo largo de toda la historia del hombre y hasta los tiempos modernos, uno puede ver que la intolerancia es una forma muy no -actividad de supervivencia.”

La Asociación Internacional de Libertad Religiosa: un legado de promoción y unidad

En los anales de la defensa de la libertad religiosa, 1893 destaca como un momento crucial. Fue entonces cuando los Adventistas del Séptimo Día crearon la Asociación Internacional de Libertad Religiosa (IRLA). Arraigada en el compromiso adventista con la libertad religiosa para todos, la IRLA ha crecido hasta convertirse en un faro tanto para creyentes como para no creyentes, que aboga por el derecho inalienable de cada individuo a practicar su fe o creencias sin obstáculos.

La misión de la IRLA no se limita a una sola fe o denominación. Más bien, defiende la causa de la libertad religiosa para todos, independientemente de la fe, los antecedentes o el credo de cada uno. Este enfoque universal ha convertido a la IRLA en una organización multirreligiosa única, que obtiene el apoyo y la participación de un amplio espectro de comunidades religiosas. Si bien sus orígenes están profundamente entrelazados con la Iglesia Adventista del Séptimo Día, el alcance y el impacto de la IRLA se extienden mucho más allá de cualquier grupo religioso.

La 9ª Conferencia Mundial de la IRLA, celebrada recientemente, no fue simplemente un evento o una reunión rutinaria de personas con ideas afines. Era, en esencia, un poderoso símbolo de esperanza en un mundo cada vez más fragmentado. En un momento en el que las divisiones, tanto religiosas como culturales, parecen profundizarse, la conferencia fue un testimonio de la posibilidad de la unidad en medio de la diversidad. Fue una vívida demostración de cómo las diversas tradiciones religiosas, con sus creencias y prácticas únicas, pueden unirse bajo la bandera compartida de la libertad religiosa.

Los asistentes, provenientes de diversos orígenes religiosos, no fueron simplemente participantes pasivos. Su presencia fue una afirmación activa de un compromiso compartido con la causa de la libertad religiosa. Esta dedicación colectiva, que trasciende las creencias y doctrinas individuales, es un recordatorio conmovedor del poder duradero de los valores compartidos. Subraya la idea de que, a pesar de nuestras diferencias, la búsqueda del espíritu humano de libertad, comprensión y unidad sigue siendo inquebrantable.

En un mundo donde la libertad religiosa a menudo está amenazada, la IRLA y sus Conferencias Mundiales sirven como punto de encuentro. Nos recuerdan que la lucha por la libertad religiosa no es dominio de una sola fe, sino un esfuerzo colectivo que habla del núcleo mismo de nuestra humanidad compartida.

Se publicó primero como La libertad religiosa destacada en la 9ª Conferencia Mundial de la IRLA

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