Otras 70 personas resultaron heridas en los ataques del viernes en la mezquita Hangu en Khyber Pakhtunkhwa y en una procesión religiosa en Mastung, Baluchistán.
«Es particularmente aborrecible que los ataques ocurrieran en un lugar de culto y durante la celebración del cumpleaños del profeta Mahoma», dijo Guterres en un declaración.
Reiteró la solidaridad de la ONU con el Gobierno y el pueblo de Pakistán en sus esfuerzos por abordar el terrorismo y el extremismo violento.
«Criminal e injustificable»
Miembros de la ONU Consejo de Seguridad También condenó los ataques “en los términos más enérgicos”, destacando que el terrorismo en todas sus formas y manifestaciones constituye una de las amenazas más graves a la paz y la seguridad internacionales.
«Cualquier acto de terrorismo es criminal e injustificable, independientemente de su motivación, dónde, cuándo y quién lo cometa», dijeron en un comunicado.
Los miembros del Consejo instaron a todos los Estados, de conformidad con sus obligaciones en virtud del derecho internacional y las resoluciones del Consejo de Seguridad, a cooperar activamente con el Gobierno del Pakistán y otras autoridades pertinentes para llevar ante la justicia a los responsables de los ataques.
Miguel Ángel Moratinos, Alto Representante de la Alianza de Civilizaciones de las Naciones Unidas (UNAOC), también denunció los ataques y reiteró que “los lugares de culto son lugares sagrados donde los fieles deberían poder practicar su fe de forma segura y libre”.