El incendio nocturno arrasó un edificio de cinco pisos en ruinas en el centro de la ciudad, ocupado por personas sin hogar y ocupantes ilegales. Decenas de personas resultaron heridas.
El edificio fue uno de muchos en el centro de la ciudad que han sido abandonados y “secuestrados” por bandas criminales que los alquilan a familias.
Tristeza y pena
El incendio estuvo entre los peores en la historia de Sudáfrica. El presidente Cyril Ramaphosa, que visitó el lugar, lo describió como una “tragedia” y “una llamada de atención”, según informes de los medios.
El Secretario General de la ONU se mostró profundamente entristecido por la noticia, dijo su portavoz en un comunicado emitido más tarde el jueves.
«En este momento de gran tristeza y dolor, transmite su más sentido pésame a las familias de las víctimas y al Gobierno y al pueblo de Sudáfrica», dijo.
Guterres también deseó una pronta recuperación a los heridos.
Añadió que el equipo de la ONU en Sudáfrica está dispuesto a trabajar con las autoridades para brindar asistencia a los afectados por el incendio y prevenir nuevos incidentes de esta naturaleza.