La agencia de salud de la ONU, junto con la Federación Internacional y el Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR), enfatizaron que el cuidado adecuado de los fallecidos también proporciona un cierre emocional para las familias sobrevivientes y promueve la salud pública.
La declaración enfatizó que el miedo y los malentendidos causados por las muertes a gran escala “a menudo son infundados”, y destacó que las comunidades necesitan las herramientas y la información adecuadas para gestionar a los muertos de manera segura.
Dignidad en medio de la tragedia
En respuesta a desastres naturales a gran escala o a las secuelas de un conflicto armado, algunos supervivientes pueden optar por acelerar los entierros, a menudo en fosas comunes, lo que puede tener consecuencias adversas, incluida una angustia mental duradera para los miembros de la familia, así como problemas sociales y legales.
«Una prisa innecesaria por deshacerse de los cuerpos de las personas que han muerto en desastres o conflictos priva a las familias de la oportunidad de identificar y llorar a sus seres queridos, sin proporcionar ningún beneficio para la salud pública», afirmó Gwen Eamer, Oficial Superior de Salud Pública en Emergencias de la FICR y Jefa de Operaciones de Emergencia, Respuesta al Terremoto de Marruecos.
Concepto erróneo sobre los riesgos epidémicos
Los estudios han demostrado que las personas que han sucumbido a lesiones resultantes de desastres o guerras generalmente no presentan un riesgo para la salud.
Sin embargo, surge una excepción cuando estos cuerpos están cerca de fuentes de agua, lo que potencialmente contamina el agua y aumenta el riesgo de enfermedades diarreicas y de otro tipo.
“La creencia de que los cadáveres provocarán epidemias no está respaldada por pruebas. Vemos demasiados casos en los que los informes de los medios e incluso algunos profesionales médicos se equivocan en esta cuestión”, dijo Pierre Guyomarch, jefe de la unidad forense del CICR.
Directrices para el entierro
Para gestionar mejor los entierros, algunas organizaciones describen orientaciones que incluyen tumbas individuales fácilmente rastreables y debidamente documentadas en lugares de enterramiento demarcados.
Esto garantiza información precisa sobre la ubicación de sus seres queridos, junto con sus datos asociados y sus pertenencias personales.
Precaución ante las fosas comunes
“Instamos a las autoridades de las comunidades afectadas por la tragedia a que no se apresuren a realizar entierros o cremaciones masivas. La gestión digna de los cadáveres es importante para las familias y las comunidades y, en casos de conflicto, suele ser un componente importante para lograr un fin más rápido a los combates”, afirmó el Dr. Kazunobu Kojima, responsable médico de bioseguridad y bioprotección del Programa de Emergencias Sanitarias de la OMS. .
El CICR, la Federación Internacional y la OMS alientan encarecidamente a todas las partes involucradas en conflictos y respuesta a desastres a que respeten los principios establecidos para la gestión de personas fallecidas.
