Cardenal Grech: Llamados a ser signo del amor de Dios para la humanidad herida

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La tarde de este miércoles, 4 de octubre, fiesta de San Francisco de Asís, el Secretario General del Sínodo de los Obispos, el cardenal Mario Grech, presentó su informe sobre el camino sinodal iniciado en septiembre de 2021, en el marco de la Primera Congregación General de la XVI Asamblea General del Sínodo, que se lleva a cabo en el Aula Pablo VI del Vaticano.

Ser signo e instrumento del amor de Dios para todo hombre

Asimismo, el cardenal Grech manifestó sus mejores deseos al Papa en el día en que la Iglesia recuerda a San Francisco y destacó la encrucijada en la que se encuentra hoy la Iglesia: llamados no tanto a un desafío teológico o eclesiológico, sino a «convertirse en signo e instrumento del amor de Dios para cada hombre y mujer». “El amor de Dios – afirmó el Purpurado – es la medicina que puede curar a la humanidad herida de hoy y como Iglesia nuestra misión es ser signo de este amor”. Muchas personas, señaló el Secretario General, están en busca del sentido de la vida y de la alegría, e imploran a la Iglesia que les muestre el rostro bello y misericordioso de Jesús».

Iglesia sinodal, Iglesia de la escucha

Además, el cardenal Mario Grech recordó que, Iglesia y sínodo son sinónimos y ser Iglesia sinodal, citando palabras del Papa, significa ser «una Iglesia de la escucha», «escuchar la Palabra de Dios, a la luz de la Tradición, para comprender la voluntad de Dios para hoy». Según el Secretario General, la unidad del episcopado en torno al Obispo de Roma se manifiesta en el Sínodo y el «proceso sinodal se basa en el principio de «mutua interioridad» entre la Iglesia universal y las Iglesias particulares». La riqueza y variedad de dones y carismas de la Iglesia se traduce en escucha mutua para experimentar el ser de un solo corazón y una sola alma, incluso hoy como en la época de los apóstoles.

Las diferencias al servicio de la unidad

En este sentido, el cardenal Grech destacó cómo por primera vez en este Sínodo los laicos, religiosas, religiosos, diáconos y sacerdotes son «miembros de pleno derecho de la Asamblea». Ésta, por tanto, puede ser un signo visible de comunión y la oración del cardenal Grech al Espíritu Santo es para que las «diferencias» y la «diversidad armoniosa» «estén al servicio de la unidad».

Madre Angelini: Los pequeños, fuerza dinámica de la sinodalidad

En la Primera Congregación General también participó la madre benedictina María Grazia Angelini, del monasterio de Viboldone, quien acompañó el retiro espiritual presinodal celebrado en Sacrofano estos últimos días. La benedictina llamó la atención sobre la figura de san Francisco: el Señor se revela a los pequeños como él y «los pequeños» – observó – son «la fuerza dinámica de la sinodalidad, que debe redescubrirse para nosotros, en nosotros, generación estresada y dispersa en conversaciones, a veces realmente agotadoras.»

La Madre Angelini deseó a los participantes «el espíritu de esta minoría revelada por Jesús y bien encarnada por Francisco». Una pequeñez que, como comenta el padre Ghislain Lafont, “no es puerilidad. Es la raíz aún fresca y tierna de nuestro ser más profundo. Una especie de disponibilidad incondicional de hacia dónde podemos llegar, que nos permite aceptar lo que sucede sin cálculos, aceptarlo todo con gusto». “Estamos puestos en el camino de la sabiduría, de la visión de Dios en las vicisitudes humanas, de lo que Jesús, que conoce al Padre, quiere revelarnos. Un llamado a escuchar y ser respetuosos con todos los seres humanos».