Al dirigirse a la reunión del organismo respaldado por la ONU en Roma el lunes, António Guterres subrayó que la sesión se estaba llevando a cabo “en un momento de crisis para la seguridad alimentaria mundial” y proporcionó algunas estadísticas aleccionadoras.
«El año pasado, 735 millones de personas pasaron hambre. Más de 3.000 millones no pueden permitirse una dieta saludable», dijo el Secretario General en un mensaje por vídeo, añadiendo que «estamos retrocediendo en nuestro objetivo de hambre cero para 2030».
Hizo hincapié en que el hambre y la desnutrición no eran sólo problemas sino violaciones de los derechos humanos “a escala épica”, pintando un cuadro vívido de las terribles consecuencias de la crisis en curso.
«Cuando los alimentos nutritivos están fuera de nuestro alcance debido al costo o la geografía; cuando el hambre devora los cuerpos; cuando los padres ven impotentes cómo sus hijos sufren e incluso mueren por falta de alimentos», esto es nada menos que «una tragedia humana – una catástrofe moral y una indignación mundial», afirmó Guterres.
Todo sobre el acceso
El Secretario General dejó en claro que el mundo tiene los recursos para abordar esta crisis. «Hay alimentos más que suficientes para todos. Y recursos más que suficientes para garantizar que cada persona en el planeta tenga suficiente para comer».
Hizo hincapié en el papel de los gobiernos a la hora de garantizar el acceso a alimentos nutritivos y dijo que, si bien tienen la responsabilidad de proporcionarlos, muchos gobiernos carecen de los recursos para hacerlo.
António Guterres pidió una solidaridad internacional efectiva para transformar los sistemas alimentarios para todas las personas.
Para ello, explicó el jefe de la ONU, son esenciales inversiones masivas, innovación, ciencia y tecnología, para construir «sistemas alimentarios sostenibles en armonía con la naturaleza y abordar la crisis climática».
Grupo de expertos sobre suministro de alimentos
Elogió el trabajo del CSA, que incluye personal de la Organización para la Agricultura y la Alimentación (FAO) y el Programa Mundial de Alimentos (PMA), y enfatizó su importancia para encontrar soluciones.
«El trabajo de su Comité es fundamental para este proceso. Desde reinventar los sistemas agroalimentarios hasta impulsar la recopilación y el uso de datos y garantizar que las necesidades de las mujeres y las niñas estén en el centro de todo lo que hacemos».
El Secretario General imploró al mundo que dé prioridad a este derecho humano fundamental: «Démosle al derecho humano fundamental a la alimentación la inversión y la acción urgente que merece».
Establecido en 1974, el Comité de Seguridad Alimentaria Mundial fue reformado en 2009 para convertirse en una plataforma internacional e intergubernamental inclusiva encargada de garantizar la seguridad alimentaria y la nutrición para todos.
