El último recrudecimiento de la violencia entre Israel y Hamás, que comenzó el 7 de octubre, alcanzó rápidamente el radar del Consejo de Seguridad de la ONU, encargado por la Carta de la ONU de mantener la paz y la seguridad internacionales.
Pero, hasta la fecha, el órgano de 15 miembros ha rechazado proyectos de resolución redactados de manera similar destinados, entre otras cosas, a establecer un alto el fuego y un corredor humanitario para los palestinos asediados.
Esto es lo que necesita saber sobre lo que sucederá a continuación:
Estados Unidos veta el proyecto de resolución liderado por Brasil sobre la crisis entre Israel y Gaza.
¿Qué sigue a un ‘veto’?
¿Qué es un veto, quién lo ejerce y por qué es importante en tiempos de crisis? Cuando se creó el Consejo en las sombras de la Segunda Guerra Mundial, el poder de “veto”, aunque no se menciona explícitamente en la Carta, se otorgó a sus cinco miembros permanentes (China, Francia, Rusia, Reino Unido y Estados Unidos) debido a sus funciones clave en el establecimiento de la ONU.
A pesar de los esfuerzos de décadas para reformar el Consejo, el veto sigue en manos de los miembros permanentes del Consejo, conocidos coloquialmente como el “P5”.
Entonces, cuando cualquiera de los P5 vota “no” en el Consejo, invoca este poder. Eso es lo que ocurrió el 18 de octubre, cuando Estados Unidos vetó una nueva propuesta brasileña.
En el futuro, los miembros del Consejo pueden resolver sus diferencias y presentar un nuevo borrador para votación o convocar a todos los miembros de la ONU: los 193 Estados miembros que componen la Asamblea General.
Vetar el veto
Al mismo tiempo, los Estados miembros de la ONU pueden solicitar al Presidente de la Asamblea que se reúna para examinar el reciente veto del Consejo, como lo hizo a principios de septiembre.
Esto se debe a la adopción unánime por parte del organismo mundial de una resolución que decide responsabilizar al P5 por usar su poder de veto, una medida provocada por la invasión rusa a gran escala de Ucrania a principios de 2022 y el posterior estancamiento del Consejo de Seguridad sobre esa situación.
A petición de los Estados miembros, el Presidente de la Asamblea puede convocar una reunión formal dentro de los diez días hábiles siguientes a la emisión del veto de uno o más miembros permanentes del Consejo. En el caso del veto estadounidense que frenó una resolución sobre el actual conflicto palestino-israelí, la fecha límite para una audiencia en la Asamblea sería el 1 de noviembre.
Los Estados miembros también pueden solicitar al Presidente de la Asamblea General que convoque un debate sobre la situación respecto de la cual se emitió el veto, siempre que el organismo mundial no se reúna en una sesión especial de emergencia rara vez convocada sobre el mismo tema.
El objetivo final sería que los Estados miembros de la ONU hicieran recomendaciones, incluido el posible uso de la fuerza armada, para mantener o restaurar la paz y la seguridad sobre el terreno.
Todas las resoluciones de la Asamblea General tienen un gran peso moral y político debido a la universalidad de su composición, pero no son vinculantes y no tienen fuerza de derecho internacional como algunas medidas acordadas en el Consejo de Seguridad.
Dennis Francis (centro), presidente del 78º período de sesiones de la Asamblea General de las Naciones Unidas, preside la apertura del Debate General.
Sesiones especiales de emergencia
A medida que la situación en Medio Oriente se intensifica, no es fácil encontrar un consenso global. Pero los debates globales urgentes pueden dar lugar a una acción colectiva. En el caso de un conflicto en curso, esa acción puede incluir ayudar a detener el derramamiento de sangre, establecer un alto el fuego y aliviar el sufrimiento de los civiles sobre el terreno.
Dado el creciente número de muertes diarias en medio del conflicto en curso, si así lo solicita el Consejo de Seguridad con el voto de siete de sus miembros, o por una mayoría de todos los miembros de la ONU, el Presidente de la Asamblea General debe reunirse dentro de las 24 horas. una sesión especial de emergencia.
Una vez convocada, en virtud de una resolución histórica de 1950 ampliamente conocida como «Unirse por la paz», todos los miembros de la ONU considerarían el asunto inmediatamente con miras a hacer recomendaciones apropiadas para medidas colectivas. En el caso de una violación de la paz o un acto de agresión, eso incluye el uso de la fuerza armada, cuando sea necesario, para mantener o restaurar la paz y la seguridad internacionales.
Eso podría significar un rápido cese de las hostilidades, el fin del asedio a Gaza y un paso hacia una paz duradera para israelíes y palestinos.
Las familias huyen de su barrio destrozado, Tal al-Hawa, para buscar refugio en el sur de la franja de Gaza.
Unidos por la paz
Como sala de conferencias del mundo, las Naciones Unidas se guían por las decisiones de sus países miembros. Desde 1945 sólo se han convocado 11 períodos extraordinarios de sesiones de emergencia de la Asamblea General, cinco de ellos relacionados con Oriente Medio. El nuevo período de sesiones se celebraría sólo un año después del anterior.
La undécima sesión especial de emergencia se convocó a finales de febrero de 2022, seis días después de la invasión a gran escala de Ucrania por parte de Rusia.
Antes de eso, la décima sesión se refería a “acciones ilegales israelíes en la Jerusalén Oriental ocupada y el resto del territorio palestino ocupado”, que podría ser reanudada por el Presidente de la Asamblea a petición de los Estados Miembros.
La primera sesión especial de emergencia se inauguró en la Sede de la ONU el 1 de noviembre de 1956 y se centró en Oriente Medio, incluidas algunas de las cuestiones que actualmente enfrenta un Consejo de Seguridad estancado.
UNICEF está distribuyendo suministros médicos que ya se encontraban en Gaza.
¿La inacción del Consejo significa que las Naciones Unidas tienen las manos atadas?
No.
Mientras el Consejo de Seguridad continúa considerando la situación actual en Medio Oriente, los esfuerzos diplomáticos y humanitarios de la ONU se han movilizado plenamente desde que estalló el conflicto, incluidos los buenos oficios del Secretario General de la ONU.
Mientras el Secretario General y sus principales enviados políticos y humanitarios se dirigían a la región, las agencias de la ONU han estado luchando día y noche para ayudar a los palestinos asediados en Gaza y la Cisjordania ocupada desde que comenzó el conflicto e incluso antes. La agencia de ayuda de las Naciones Unidas para los refugiados palestinos, UNRWA, ha estado operando en la región desde 1950.
Mientras tanto, los Estados miembros de la ONU continúan discutiendo la mejor manera de avanzar para poner fin al conflicto.
Aunque el sistema para mantener la paz y la seguridad internacionales no es perfecto, la ONU es el único foro global para discutir cuestiones de vida o muerte y decidir un camino hacia la paz.
Al fin y al cabo, los propios Estados miembros de las Naciones Unidas dirigen el proceso desde el único lugar de reunión verdaderamente global: la Sede de las Naciones Unidas.
