Acordado en la quinta Conferencia Internacional sobre Gestión de Productos Químicos (ICCM5), en Bonn, Alemania, el Marco Global sobre Productos Químicos establece objetivos y directrices concretos a lo largo del ciclo de vida de los productos químicos.
Inger Andersen, directora ejecutiva del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), acogió con satisfacción el nuevo marco.
“Todos los habitantes de este planeta deberían poder vivir y trabajar sin temor a enfermar o morir a causa de la exposición a sustancias químicas. La naturaleza, libre de contaminación, debería poder prosperar y sustentar a la humanidad durante los próximos milenios”, afirmó.
«Es por eso que este marco proporciona una visión para un planeta libre de daños causados por productos químicos y desechos, para un futuro seguro, saludable y sostenible».
Objetivos concretos
El marco se basa en 28 objetivos, diseñados para mejorar la gestión responsable de productos químicos y residuos. Estos objetivos también apuntan a establecer conexiones más fuertes con otras agendas globales importantes, incluido el cambio climático, la biodiversidad, los derechos humanos y la salud.
Los gobiernos se han comprometido a establecer políticas y regulaciones destinadas a reducir la contaminación química para 2030, así como a promover alternativas más seguras. Las industrias también se comprometieron a gestionar los productos químicos de manera que se reduzca la contaminación y sus impactos adversos.
Para 2035, el marco apunta a eliminar gradualmente los pesticidas altamente peligrosos en la agricultura donde no se han gestionado los riesgos.
Declaración de Bonn
Además del Marco Global, la Conferencia también adoptó la Declaración de Bonn.
La Declaración tiene como objetivo “prevenir la exposición a sustancias químicas nocivas y eliminar gradualmente las más nocivas, cuando corresponda, y mejorar la gestión segura de dichas sustancias químicas cuando sea necesario”.
También alienta a los países a apoyar la transición hacia economías circulares, fomentando el desarrollo de alternativas seguras y sustitutos de los productos químicos.
Este enfoque tiene como objetivo no sólo salvaguardar la salud y el medio ambiente, sino también reducir los residuos y mejorar los esfuerzos de reciclaje.
Actuar inmediatamente
Andersen instó a todas las partes a comenzar a actuar de inmediato.
«La Organización Mundial de la Salud (OMS) nos dice que la contaminación química directa del aire, la tierra, el agua y el lugar de trabajo está provocando dos millones de muertes al año», afirmó.
“Como cualquier atleta le dirá, superar un objetivo es mejor que alcanzarlo, por eso hago un llamado a los gobiernos, a la industria química y a todos los involucrados a ir más allá de lo acordado para proteger a las personas y al planeta del que todos dependemos. .”
