Casi 300.000 personas han llegado a Sudán del Sur desde que comenzó el conflicto a través de la frontera a mediados de abril, la mayoría de las cuales son repatriados.
Entre ellos, uno de cada cinco niños está desnutrido y el 90 por ciento de las familias sufren inseguridad alimentaria moderada o grave.
Los datos de los controles realizados en el cruce fronterizo también revelaron que más de una cuarta parte de las mujeres embarazadas y lactantes están desnutridas.
Huyendo del peligro, encontrando el desastre
«Estamos viendo familias que dejan un desastre por otro mientras huyen del peligro en Sudán para encontrarse con la desesperación en Sudán del Sur», dijo Mary-Ellen McGroarty, directora nacional del PMA en Sudán del Sur.
Los retornados regresan a un país que ya enfrenta necesidades humanitarias sin precedentes.
Años de conflicto, violencia, inseguridad alimentaria, impactos climáticos y desafíos de salud pública han dejado a unos 9,4 millones de personas necesitadas de protección y asistencia, según la oficina de asuntos humanitarios de la ONU, OCHA.
Robado en fuga
El PMA dijo que la temporada de lluvias ha dificultado aún más las condiciones en los abarrotados centros de tránsito y cruces fronterizos, ya que las inundaciones están empeorando la inseguridad alimentaria y contribuyendo a la propagación de enfermedades.
Muchas familias también denuncian que les robaron y sufrieron violencia mientras escapaban de Sudán sin nada más que la ropa que llevaban puesta. Las familias que llegan ahora se encuentran en condiciones aún más vulnerables que las que huyeron en las primeras semanas del conflicto.
El PMA está brindando asistencia alimentaria en la frontera, entregando comidas calientes, galletas de alto contenido energético, raciones secas y transferencias de base monetaria. Los niños y las madres también reciben apoyo nutricional especializado.
Necesidades crecientes, fondos menguantes
«La situación humanitaria de los repatriados es inaceptable y el PMA está luchando por satisfacer las crecientes necesidades humanitarias en la frontera», afirmó la señora McGroarty. «Simplemente no tenemos los recursos para brindar asistencia vital a quienes más la necesitan».
El PMA necesita urgentemente más de 120 millones de dólares para aumentar el apoyo en los próximos meses. También se necesitan recursos importantes para ayudar a las personas a salir de la concurrida zona fronteriza y apoyar a los retornados mientras reconstruyen sus vidas en un país donde muchos de ellos nunca han vivido.
En todo Sudán del Sur, el PMA tiene un déficit de financiación de 536 millones de dólares para los próximos seis meses y sólo ha llegado con asistencia al 40 por ciento de las personas que padecen inseguridad alimentaria. Además, estos beneficiarios solo reciben la mitad de las raciones debido a la escasez de financiación, lo que está acentuando aún más la inseguridad alimentaria.
