En línea con el proceso de retirada acelerada de la misión de estabilización de la ONU, MINUSMA, el convoy partió inicialmente por carretera el martes hacia Gao, y sufrió en el camino dos ataques con explosivos improvisados que provocaron daños en vehículos y heridas leves a dos cascos azules que fueron atendidos en sitio.
El incidente del jueves involucró otro artefacto explosivo que provocó lesiones mucho más graves.
«Se ha lanzado desde Gao una misión para evacuar por vía aérea a los cascos azules heridos, y se ha mantenido informada durante todo el proceso a la misión permanente del país que aporta las tropas en cuestión», afirmó Stéphane Dujarric, informando a los periodistas en Nueva York.
“El convoy, el último en salir del campamento de Kidal, se dirige hacia la base de la MINUSMA en Gao en condiciones de seguridad extremadamente difíciles”.
El convoy se vio obligado a partir sin ningún apoyo aéreo debido a la falta de autorización de vuelo por parte de las autoridades militares malienses, que han presionado a la ONU para que finalice la misión a finales del próximo mes, algo que está en camino de lograr.
La falta de cobertura aérea «ha aumentado la amenaza a la seguridad de nuestras fuerzas de paz mientras viajan cientos de kilómetros en territorios muy inseguros», añadió Dujarric.
Dijo que, con la excepción del equipo de liquidación, incluidos los grupos de retaguardia de los contingentes y su unidad de guardia, la ONU está decidida a cumplir su plazo del 31 de diciembre.
«Seguimos esperando la plena cooperación de Malí en este proceso», añadió.
La MINUSMA ha estado en Mali desde 2013, cuando fue establecida por mandato del Consejo de Seguridad para proteger a los civiles y estabilizar las inquietas regiones del norte y el centro luego de un golpe fallido y una insurgencia continua liderada por grupos armados islamistas.
«Posible hambruna» se cierne sobre los «puntos críticos del hambre»: PMA y FAO
El Programa Mundial de Alimentos (PMA) de la ONU y la Organización para la Agricultura y la Alimentación (FAO) agregaron el miércoles a Palestina a una lista de países y territorios «en mayor riesgo de sufrir un grave deterioro de la seguridad alimentaria y una posible hambruna».
Burkina Faso, Malí, Sudán del Sur y Sudán también se encuentran entre los países que suscitan mayor preocupación.
Las agencias de la ONU advirtieron que el conflicto es un factor clave del hambre global y que se espera que la tendencia de aumentar los ataques contra civiles en diferentes conflictos continúe a lo largo de 2023.
La inseguridad alimentaria también se está viendo agravada por los recortes en la asistencia alimentaria en varios puntos críticos del hambre debido a la falta de financiación, dijeron el PMA y la FAO.
Este ha sido el caso en Afganistán, donde “una sorprendente cifra de 10 millones de personas se han visto privadas de asistencia vital debido a un enorme déficit de financiación”.
Si el PMA y los actores humanitarios no reciben la financiación necesaria para hacer frente a las crisis actuales, “millones de personas podrían verse empujadas aún más al hambre y al borde de la inanición”, afirmó el Director de Emergencias del PMA, Kyung-nan Park.
La Sra. Park destacó que el costo de la inacción es “catastrófico” para los más vulnerables y pidió inversiones críticas para aumentar la resiliencia “de modo que las comunidades estén mejor preparadas para las próximas crisis climáticas, conflictos y económicas”.
El deporte debe incluir a las personas LGBT e intersex: expertos en derechos
Los países deben respetar el derecho de todos a participar en deportes y hacer cumplir la igualdad de trato para todos los atletas, especialmente para todas las mujeres y niñas, personas LGBT e intersexuales.
Ese es el mensaje de los expertos independientes en derechos designados por la ONU, quienes dijeron el miércoles que “profundas desigualdades” continúan limitando el acceso de estas comunidades y poblaciones a participar en el deporte organizado.
Los expertos, entre los que se encuentra Alexandra Xanthaki, relatora especial de la ONU en el campo de los derechos culturales, calificaron las prohibiciones a las mujeres trans e intersexuales en los deportes femeninos como una violación de las obligaciones de derechos humanos bajo el principio de no discriminación y de su derecho a la privacidad.
Los expertos lamentaron la reciente instrumentalización de este debate, que ha llevado a la adopción de medidas restrictivas en el derecho y en las políticas públicas por parte de las instituciones del Estado y de los organismos deportivos.
Según los expertos, los Estados y las organizaciones deportivas deben seguir comprometidos con la equidad de la competencia considerando factores «que puedan afectar la participación de personas en función de categorías protegidas por el derecho internacional de los derechos humanos, incluidas las características sexuales, la orientación sexual y la identidad de género».
Esto incluye el requisito de adoptar enfoques basados en los derechos humanos en la evaluación de las candidaturas de los países que pretenden celebrar grandes eventos deportivos, dijeron.
