Atlética Vaticana: marcha solidaria de Roma a Passoscuro

Giampaolo Mattei – Ciudad del Vaticano

Toda guerra es aún más inhumana cuando se ve desde un hospital pediátrico: más aún, desde un lugar donde se trata a los niños incluso cuando es imposible curarlos. Con esta visión concreta de la fraternidad, hoy trece ciclistas de Athletica Vaticana pedalearán en fraternidad – durante 35 kilómetros, al ritmo más lento – desde la Plaza de San Pedro hasta Passoscuro, en el municipio de Fiumicino, donde el hospital «Bambino Gesù» inauguró el 22 de marzo de 2022 el Centro de Cuidados Paliativos Pediátricos.

En la «línea de meta» del Centro -una «frontera» entre la vida y la muerte inmersa en un dolor inocente- los ciclistas encontrarán a los propios niños para darles la bienvenida con aplausos y abrazos. Juntos plantarán un olivo. Un signo de esperanza, un signo de paz en vísperas de la Navidad.

Y así, el «equipo del Papa» abrazará a la comunidad más frágil del «hospital del Papa», justo en la víspera de su 87 cumpleaños (Jorge Mario Bergoglio nació el 17 de diciembre de 1936). La » marcha en fraternidad » de Atlética Vaticana con la familia del Centro de Cuidados Paliativos Pediátricos es el simple » regalo » a Francisco: ¿qué se quiere » regalar » al Papa sino un abrazo a los niños que sufren y una presencia solidaria junto a sus familias y al personal sanitario en primera línea de asistencia y cuidados?

La » Marcha en fraternidad » partió a las 14 horas de la Plaza de San Pedro. Antes de la «salida», a las 13.30, Mons. Paul Tighe, secretario del Dicasterio para la Cultura y la Educación, ha dirigido un breve momento de oración sólo para los niños. En particular, la «Oración del Ciclista» -expresión de la espiritualidad de Nuestra Señora de Ghisallo, proclamada por el Papa Pío XII patrona de los apasionados de las dos ruedas- y un «Ave María» por la paz en los numerosos lugares del mundo donde también se libran guerras olvidadas que tienen en los niños a sus primeras víctimas. Entre los presentes se encontraban también Renato Di Rocco, vicepresidente honorario de la Unión Ciclista Internacional (Athletica Vaticana es miembro oficial desde 2021), y Michele Salata, responsable del Centro «Bambino Gesù», que recibirá a los ciclistas a su llegada a Passoscuro.

Historia de la marcha solidaria

Conscientes del valor del deporte como experiencia inclusiva y como potente lenguaje de esperanza, la colaboración de la Atlética Vaticana al servicio del Centro de Cuidados Paliativos Pediátricos comenzó hace un año, era el 17 de diciembre de 2022, con la carrera pedestre desde la Plaza de San Pedro hasta Passoscuro. Además, el 28 de mayo, con ocasión del Giro de Italia e-bike, seis ciclistas vaticanos recorrieron la última etapa en Roma precisamente para apoyar la experiencia deportiva y solidaria del «Giro de Italia de Cuidados Paliativos Pediátricos», en el que participa el centro «Bambino Gesù».

Con este recorrido, Atlética Vaticana quiso testimoniar, con hechos, que el deporte es, por su propia naturaleza, fraternidad. Especialmente con las personas más frágiles. Y el Centro de Cuidados Paliativos Pediátricos está concebido específicamente para acompañar a los niños llamados «incurables» que, sin embargo, necesitan cuidados muy complejos, junto con sus familias.

El Hospital

El centro cuenta con 20 módulos de alojamiento y otros 10 en preparación. Esto significa que pueden alojarse 30 niños. Las instalaciones constan de cinco plantas, rodeadas de una hermosa vegetación (11.000 metros cuadrados), a pocos pasos del mar. El color naranja domina en las habitaciones, dotadas de una pequeña cocina, un cuarto de baño equipado, un sofá o un sillón cama. Y en las paredes frases de El Principito, el cuento de Antoine de Saint-Exupéry que los niños no dejan de reinterpretar. «Cada vez que miro las estrellas», se lee en un cuadro azul, «recuerdo todos los deseos que guardo en mi corazón». Palabras que ayudan a tomar aliento en una situación de gran dolor.

El gerente Michele Salata explica: «El Centro no debe entenderse sólo como un hospicio donde se acompaña al niño en el periodo terminal de su vida, sino sobre todo como un lugar de atención y alivio para pacientes y familiares y de transición de los episodios agudos de la enfermedad a una fase crónica que también puede gestionarse con seguridad en casa, gracias a una formación adecuada de los padres y al apoyo de los operadores de la zona, el Asl y el pediatra de cabecera. De hecho, tras el periodo de atención en el Centro, cerca del 90% de los pacientes pudieron volver a casa con sus familias».

Del 22 de marzo de 2022 a julio de 2023, el centro «Bambino Gesù» acogió a 220 niños y jóvenes: la edad media es de 11 años (56% hombres, 44% mujeres). La mayoría son italianos (más del 70%).  Pero los jóvenes hospitalizados proceden de 25 países europeos (Ucrania, Rumanía y Albania, sobre todo), pero también de África, Asia y Sudamérica. En cuanto a Italia en concreto: el 60% proceden del Lacio, el 8,6% de Campania, el 5,9% de los Abruzos y el 5,5% de Apulia. Además, en cuanto a las actividades clínicas y asistenciales, se programaron 101 hospitalizaciones de día y 273 ingresos ordinarios (con una duración media de 16 días).