Los cristianos evangélicos se solidarizan con el cuidado de la creación: reflexionando sobre los resultados y desafíos de la COP28

La Alianza Evangélica Mundial (WEA), en colaboración con organizaciones miembros y asociadas, jugó un papel fundamental en la representación de las voces evangélicas en la COP28 recientemente concluida en Dubai. Los líderes evangélicos surgieron de la conferencia con un compromiso e inspiración renovados para ayudar a la comunidad evangélica global a cuidar el precioso don de la creación de Dios y reconocer la responsabilidad compartida de la humanidad por nuestra casa común.

Estaba previsto negociar muchos acuerdos importantes en la COP28, incluido el primer Balance Global que determinará si los países, y la comunidad global en su conjunto, están cumpliendo los compromisos que asumieron en 2015 en París en la COP21. Los compromisos del Acuerdo de París apuntan a limitar el aumento de la temperatura global muy por debajo de los 2 grados Celsius, al tiempo que prosiguen los esfuerzos para limitar el aumento a 1,5 grados. La WEA alaba este objetivo, entendiendo que contribuirá al florecimiento de la humanidad y de toda la creación de Dios.

La COP28 vio la negociación exitosa de acuerdos importantes por parte de los estados miembros de la ONU y el lanzamiento de muchas otras iniciativas, programas y fondos climáticos por parte de gobiernos, empresas y coaliciones de dispuestos. Entre ellas destaca la inauguración del fondo de Pérdidas y Daños, que se logró el primer día de la conferencia, estableciendo el tono esperanzador que prevaleció durante las dos semanas restantes de la COP28.

«La Alianza Evangélica Mundial espera trabajar en colaboración para lograr las metas y objetivos acordados en la COP28», dijo el Secretario General de la WEA, Thomas Schirrmacher. Hizo hincapié en el compromiso de la WEA de abogar por soluciones que aborden eficazmente los desafíos urgentes que plantea la crisis climática y de fomentar un compromiso compartido con esta causa crucial.

Entre los líderes evangélicos que asistieron a la COP28 y celebraron los logros de la conferencia, hay un reconocimiento sobrio de los desafíos que aún quedan. Durante las discusiones con los delegados, Ben Richards, un científico del clima y líder conjunto del Centro de Cuidado de la Creación de JUCUM Escocia, observó que “el tema predominante fue la cruda comprensión de que los eventos climáticos sin precedentes, como fuertes lluvias o sequías, son marcadamente diferentes de lo que hicieron las generaciones anteriores. Lo sabíamos y están impactando gravemente a los agricultores y las comunidades”. Richards añadió: «Es claramente difícil para los negociadores equilibrar la situación diferente de cada nación con la necesidad general de reducir las emisiones de forma rápida y justa». Pero expresó la esperanza de que limitar el calentamiento global a 1,5 grados Celsius evitaría que los impactos climáticos fueran mucho peores de lo que el mundo ya está experimentando.

“La WEA escuchó alto y claro las objeciones de nuestros hermanos y hermanas del Pacífico y de las Islas Pequeñas que afirmaron, en la sesión plenaria de cierre, que el proceso de Evaluación Global les falló”, dijo Chris Elisara, codirector del Centro de Sostenibilidad de la WEA. James Bhagwan, Secretario General de la Conferencia de Iglesias del Pacífico, subrayó este punto después de la sesión plenaria de clausura, afirmando: “Nuestros negociadores del Pacífico y de los Pequeños Estados Insulares han mantenido la línea y han dicho la verdad al poder. Para mantener el límite de 1,5 grados, que es la diferencia de vida o muerte para los habitantes del Pacífico y de las Islas Pequeñas, necesitamos una transición justa para alejarnos de los combustibles fósiles”. Bhagwan continuó: “Esta COP reveló la gran influencia de la industria de los combustibles fósiles en las negociaciones. Está claro que la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC) le está fallando a los más vulnerables y menos responsables. Necesitamos una eliminación gradual de los combustibles fósiles que esté financiada, sea justa y rápida”. Aunque los esfuerzos colectivos de los negociadores produjeron un avance sin precedentes en el Balance Global, el acuerdo finalmente no logró ofrecer de manera decisiva el marco y las acciones necesarias para eliminar gradualmente los combustibles fósiles de manera justa y oportuna y así evitar impactos más graves.

Para cerrar la brecha e ir más allá de los compromisos asumidos en la COP28, la WEA reconoce la necesidad de esfuerzos sostenidos y acciones colaborativas de todas las partes interesadas. Esto implica una defensa continua de una eliminación gradual justa y equitativa de los combustibles fósiles, la defensa de políticas ambientales ambiciosas, una mayor participación de los evangélicos en debates globales y la pronta implementación de medidas prácticas para reducir las emisiones de carbono y acelerar la adaptación. Reconociendo la responsabilidad de la comunidad evangélica al abordar estos desafíos, la WEA se compromete a intensificar su colaboración con practicantes cristianos, incluidos, entre otros, A Rocha, Planta con Propósito, la Red Ambiental Evangélica y Pan para el Mundo. La WEA aprovechará sus programas y redes existentes, como el Centro de Sostenibilidad WEA, Renew Our World y Lausanne/WEA Creation Care Network, al mismo tiempo que será pionera en nuevos programas e iniciativas. La WEA se compromete además a trabajar junto con todos los actores de buena voluntad para proteger y preservar activamente la creación de Dios.