Dennis Francis, un veterano diplomático de Trinidad y Tobago, dijo que había regresado de una visita a Haití a fines del mes pasado “con esperanza y pleno conocimiento de que, si bien Haití enfrenta desafíos extraordinarios, su futuro encierra una promesa indomable”.
El país ha visto casi 4.000 muertos y 3.000 secuestrados en violencia relacionada con pandillas sólo este año, luego de una crisis política, económica y de seguridad que ha dejado a gran parte del país sumido en la anarquía.
Conduciendo por las calles de Puerto Príncipe, Vi signos visibles de esperanza – sostenido por la inquebrantable resiliencia y perseverancia del pueblo haitiano – que parece crear formas creativas de enfrentar los desafíos diarios”, dijo el Sr. Francis en la reunión.
‘No hay escasez de potencial’
“En mi opinión, no hay escasez de potencial en Haití, y no es demasiado tarde para que, como comunidad internacional, debamos hacer algo para acompañar aún más al pueblo haitiano”, dijo, señalando que la necesidad más apremiante es mayor seguridad.
“La violencia incontrolable ha despojado y continúa despojando al pueblo haitiano de sus libertades y derechos; y está sofocando el camino del país hacia el desarrollo sostenible”, afirmó.
Según se informa, alrededor del 40 por ciento de los trabajadores de la salud de Haití han abandonado el país, mientras que las mujeres y las niñas han sido objeto de violencia sexual brutal “y muchas viven en un ciclo de miedo y trauma”.
Credibilidad en juego
Dijo que «no podemos ser creíbles, como la ONU y la comunidad internacional, si simplemente miramos hacia otro lado».
Francis señaló que el tan necesario despliegue de una Misión Multinacional de Apoyo a la Seguridad autorizada por el Consejo de Seguridad el 2 de octubre no se ha materializado.
Es «esperado con gran urgencia por muchos en Haití”, con el 80 por ciento de la capital bajo control de pandillas y extendiéndose hacia áreas rurales, dijo.
Expresó su “más profundo agradecimiento” a Kenia por “demostrar liderazgo en esta misión crítica”, así como a todos los demás países que se han comprometido o planean contribuir.
Según informes de prensa, a pesar de los reveses políticos y legales, el primer grupo de oficiales kenianos será desplegado a principios del próximo año.
“Animé a las autoridades, así como a los representantes de los partidos políticos y de la sociedad civil de Haití, a superar sus diferencias, enfatizando que todas las partes interesadas tienen el deber de trabajar por los intereses del país y del pueblo”.
Hizo un llamado a las elites políticas de Haití para que abandonen su preocupación egocéntrica y den prioridad a sus electores “que han soportado demasiada agitación y que merecen que se les dé una oportunidad de triunfar. Hice hincapié en que Haití también les pertenece a ellos y que es su responsabilidad, como élites que aspiran a un cargo, arreglar el país para que a los jóvenes haitianos se les garantice una oportunidad de vida”.
Apoye al pueblo: presidente del ECOSOC
La presidenta del ECOSOC, Paula Narváez, dijo que mientras los principales órganos de la ONU se reunían con un llamado a la acción colectiva, necesitaban enviar “una señal fuerte de que apoyamos firmemente al pueblo haitiano”.
Dijo que si bien Haití tenía que tomar la iniciativa, se necesita un “enfoque holístico” a largo plazo, incluido el apoyo de la sociedad civil, las mujeres y los jóvenes haitianos.
“Salvar vidas haitianas debe ser nuestra máxima prioridad”, dijo la Sra. Narváez, y pidió a todos los socios que aumenten sustancialmente su apoyo al Plan de Respuesta Humanitaria de Haití que, hasta la semana pasada, solo cuenta con un 33 por ciento de financiación.
En segundo lugar, los esfuerzos deben centrarse en la resiliencia a largo plazo a través del desarrollo sostenible. Esto significa fortalecer las instituciones, iniciar reformas en materia de justicia y estado de derecho y promover la igualdad de género a través del empoderamiento de las mujeres.
En tercer lugar, pidió la implementación del Marco de Cooperación para el Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas, un plan de cuatro años que establezca prioridades y un camino claro a seguir.
También está el apoyo a los jóvenes haitianos, que representan el 60 por ciento de la población, y la movilización de inversiones del sector privado y de la sociedad civil.
Dijo que el ECOSOC está “dedicado a encontrar soluciones que permitan la estabilidad a largo plazo” y abordar las causas fundamentales de las crisis que afligen a Haití.
Redoblar el apoyo
El Grupo Asesor del ECOSOC sobre Haití pidió el lunes a las instituciones financieras internacionales que “redoblen” su ayuda al país.
En una declaración, el grupo continuó “enfatizando la importancia de la coordinación y la coherencia entre los socios y el compromiso y la propiedad significativos de los haitianos.
El Grupo Asesor acoge con satisfacción la estrecha colaboración entre las instituciones financieras internacionales y las entidades de las Naciones Unidas. También fomenta el diálogo continuo entre las Naciones Unidas y las organizaciones regionales.
