Cuatro personas, entre ellas dos niñas menores de 10 años, murieron en el incidente ocurrido en el distrito de Croix de Bouquet.
Otros cuatro familiares fueron secuestrados.
Escalada de criminalidad «sin precedentes»
Ataques similares se produjeron en el mismo barrio hace una semana, dijo Bruno Maes, representante de UNICEF en Haití, en un comunicado emitido el martes.
«Lamentablemente, estos asesinatos no son aislados», añadió. “Solo de julio a septiembre de 2023, Haití ha sido testigo de 88 violaciones graves de los derechos de los niños, 37 de las cuales resultaron en trágicas pérdidas de vidas o heridos durante conflictos armados”.
La violencia rampante de las pandillas, que afecta principalmente a la capital, continúa azotando al país caribeño, donde casi la mitad de la población, aproximadamente cinco millones de personas, necesita apoyo humanitario.
Maes dijo que los delitos graves, incluidos homicidios y secuestros, están aumentando a un ritmo sin precedentes, particularmente en el área metropolitana de Puerto Príncipe y el departamento de Artibonite.
Entre julio y septiembre, la Policía Nacional de Haití registró la asombrosa cifra de 1.239 homicidios, en comparación con 577 en el mismo período de 2022. Los secuestros también aumentaron a 701 víctimas, lo que representa un impactante aumento del 244 por ciento.
Además, en zonas controladas por grupos armados también han sido atacados lugares como escuelas, instalaciones de salud y servicios de protección.
Proteger a los civiles, respetar el derecho humanitario
UNICEF y sus aliados han pedido repetidamente la protección de los civiles, en particular los niños y las mujeres, y el respeto del derecho internacional humanitario.
«Matar a niños es una grave violación de los derechos humanos», afirmó Maes.
Añadió que los repetidos ataques y las restricciones de acceso causadas por la violencia y la inseguridad están obstaculizando la capacidad de llegar a las personas necesitadas.
Subrayó el compromiso de UNICEF de «tomar todas las medidas para garantizar la seguridad de los niños y sus familias y reducir el sufrimiento de las víctimas».
