La asombrosa cifra de seis millones de personas han sido desplazadas dentro de Sudán desde que estalló la guerra entre ejércitos rivales –las Fuerzas Armadas Sudanesas (SAF) y las paramilitares Fuerzas de Apoyo Rápido (RAF)– el 15 de abril de 2023.
Otros 1,7 millones de civiles han buscado refugio a través de las fronteras de Sudán del Sur, Chad, Etiopía, Egipto, la República Centroafricana y Libia.
Su difícil situación exige atención mundial urgente y un alto el fuego inmediato, dijo la Directora General de la OIM, Amy Pope, tras haber presenciado personalmente el devastador impacto durante una reciente visita al este de Chad.
“Se necesita urgentemente un alto el fuego en Sudán para que la gente pueda reconstruir sus vidas con dignidad. No debemos dar la espalda al sufrimiento de millones de personas afectadas por un conflicto tan devastador”, afirmó.
«Ahora, más que nunca, necesitamos todo el apoyo posible para seguir brindando asistencia humanitaria que salva vidas y avanzar hacia la recuperación y soluciones a largo plazo».
Fondos necesarios
La OIM ha lanzado un llamamiento para recaudar 307 millones de dólares en 2024 para apoyar a 1,2 millones de personas afectadas por el conflicto, incluidos desplazados internos, refugiados, repatriados y nacionales de terceros países.
Hasta ahora, la agencia de la ONU ha apoyado a más de un millón de personas en Sudán y países vecinos, con asistencia en efectivo, facilitando el transporte seguro y brindando también apoyo crítico en materia de salud, protección, agua, saneamiento e higiene.
‘Sin final a la vista’
El experto en derechos humanos designado por el Alto Comisionado de la ONU para monitorear Sudán, se hizo eco de ese llamado el miércoles para el fin inmediato de la violencia y la transición a un gobierno civil.
Radhouane Nouicer, nombrado hace poco más de un año, pidió justicia por los múltiples abusos registrados hasta el momento.
“A medida que los combates entre las SAF y las RSF se extienden por todo el país, las violaciones de los derechos humanos y del derecho internacional humanitario continúan sin cesar. Es crucial que los líderes de ambos lados muestren más voluntad política para poner fin a la violencia y silenciar las armas”, afirmó.
“En mis reuniones periódicas con representantes de la sociedad civil sudanesa, he escuchado horribles informes de sufrimiento humano, incluidos cientos de casos sospechosos de desapariciones forzadas y múltiples casos de detención arbitraria por ambas partes en el conflicto”, añadió.
Aumento de la violencia étnica
Nouicer también expresó alarma por el aumento de la violencia y el discurso de odio por motivos étnicos, particularmente en la región de Darfur, donde las RSF y las milicias árabes aliadas han atacado a la comunidad africana masalit.
También son profundamente preocupantes los informes sobre el reclutamiento de niños y la movilización de civiles en los llamados grupos de resistencia “populares”.
En total, más de 25 millones de civiles –incluidos más de 14 millones de niños– necesitan asistencia y protección humanitaria.
También ha habido relatos profundamente inquietantes de violencia sexual contra mujeres y niñas, la mayoría de ellos presuntamente perpetrados por miembros de RSF y sus milicias aliadas.
Una oficina de ayuda, que almacenaba vacunas, medicinas y otros artículos de la cadena de frío, después de que fuera asaltada en medio del conflicto en curso en Darfur occidental. (abril de 2023)
«Esto no debe continuar»
«Sudán, una de las tierras más fértiles, se está quedando sin alimentos y millones de personas se enfrentan al hambre aguda, pero a pesar de la enorme necesidad, entregar ayuda sigue siendo extremadamente difícil debido a las hostilidades en curso, la inseguridad persistente, los ataques a los trabajadores humanitarios y los obstáculos burocráticos», afirmó el Sr. .Dijo Nouicer.
Al menos 45 trabajadores humanitarios han sido asesinados o detenidos desde el inicio del conflicto (casi todos ciudadanos sudaneses). La escasez de combustible también continúa afectando el movimiento del personal y los suministros humanitarios y la generación de energía necesaria para las operaciones, como el mantenimiento de la cadena de frío y el funcionamiento de las bombas de agua.
“Esto no debe continuar. El Gobierno de Sudán, que tiene la responsabilidad principal de proteger a los civiles, debe tomar medidas concretas para garantizar que pueda llegar ayuda suficiente a todos los necesitados y facilitar el acceso de los convoyes humanitarios a las poblaciones afectadas por el conflicto”, subrayó el experto.
