Una nueva legislación europea está encaminada hacia un cambio significativo en la forma en que se gestionan los permisos de conducir en toda la Unión, lo que genera un animado debate entre conductores de todas las edades. En el centro de la controversia se encuentra una propuesta que podría suponer el fin de permisos de conducir vitaliciosexigiendo que los conductores se sometan a exámenes médicos cada quince años para mantener válidas sus licencias.
Este cambio propuesto es parte de la enmienda número 21 de la directiva europea sobre permisos de conducir, cuyo objetivo es alinearse con el objetivo de “Visión Cero” de Bruselas. Este ambicioso plan busca eliminar las muertes relacionadas con las carreteras para 2050. Si bien las muertes en carreteras han disminuido significativamente de 51.400 en 2001 a 19.800 en 2021 en toda Europa, el progreso se ha estancado en los últimos años, lo que ha provocado la necesidad de nuevas medidas.
Actualmente, países como Italia y Portugal exigen controles médicos a los conductores a partir de los 50 años, España y Grecia a partir de los 65, Dinamarca a los 70 y los Países Bajos a los 75. En cambio, Francia, Alemania, Bélgica y Polonia permiten a los conductores tener sus licencias de por vida sin tales requisitos. La nueva directiva de la UE, defendida por la eurodiputada verde francesa Karima Delli, busca estandarizar el proceso en todos los estados miembros, insistiendo en que la medida no es discriminatoria, sino más bien un medio para garantizar la aptitud del conductor.
Profesores de conducción como Thomas Marchetto ven el mérito de la propuesta y destacan que buena salud no siempre equivale a una conducción segura. Sin embargo, muchos conductores mayores se sienten particularmente afectados por el cambio, a pesar de las garantías de que la medida tiene como objetivo mejorar la seguridad vial para todos. Los conductores más jóvenes, por el contrario, acogen con satisfacción la iniciativa, considerándola un paso necesario para evaluar los reflejos y las capacidades del conductor.
El debate ha provocado una oposición significativa, con organizaciones como “40 millones de automovilistas” lanzando peticiones como “No toques mi licencia.Estos grupos argumentan que revocar los privilegios de conducir sin ninguna infracción, basándose únicamente en evaluaciones médicas, es injusto y discrimina a los conductores por motivos de edad y salud.
Sumándose al coro de disidencia, La eurodiputada Maxette Pirbakas expresó sus preocupaciones en Twitter, destacando los desafíos únicos que enfrentan sus electores en las Antillas francesas:
Mientras el Parlamento Europeo se prepara para discutir el proyecto de ley el 27 de febrero, tras su primera lectura en diciembre, el futuro de los permisos de conducir en la UE está en juego. La legislación propuesta ha iniciado una conversación sobre seguridad, discriminación y el derecho a la movilidad, con partes interesadas de todas partes preparándose para un acalorado debate.
La declaración de Pirbakas subraya las implicaciones más amplias de la ley, especialmente para quienes viven en áreas donde el transporte público es limitado o inexistente, enfatizando la necesidad de políticas que consideren las diversas circunstancias de todos los ciudadanos de la UE.