Valentine Rugwabiza, Representante Especial para la República Centroafricana (RCA), recordó la explosión del 15 de enero que tuvo como objetivo una patrulla de la misión, matando a un casco de paz e hiriendo a otros cinco.
«Los artefactos explosivos y las armas ligeras no sólo son una amenaza para la población y las fuerzas de paz, sino también la limitación más grave para la prestación de asistencia humanitaria en la región occidental, donde vive el 50 por ciento de la población de la República Centroafricana», dijo.
Pidió al Consejo de Seguridad una respuesta “urgente, dedicada y verdaderamente multidimensional” a la amenaza, fortaleciendo la conciencia situacional, una mayor cooperación transfronteriza y una capacitación adecuada para los ‘cascos azules’ y la policía, antes de su despliegue.
«Necesitamos hacer todo lo posible para evitar la propagación de estas armas letales a otras regiones de la República Centroafricana», subrayó.
Red de carreteras prácticamente inexistente
En su exposición informativa, la Sra. Rugwabiza destacó la mala red de carreteras de la República Centroafricana, que sólo empeora los desafíos humanitarios y de seguridad.
Alrededor del tres por ciento de la red de carreteras de la República Centroafricana está asfaltada, lo que deja inutilizable la casi completa infraestructura de transporte por caminos de tierra durante la temporada de lluvias que dura ocho meses.
«En todo el país, muchas aldeas son inaccesibles y están prácticamente aisladas durante todo el año». Dijo que esto constituye «un desafío importante para la movilidad de las tropas de MINUSCA y las fuerzas de seguridad nacionales, y por lo tanto para la autoridad del Estado, sobre su territorio».
Los problemas se ven agravados por la limitada capacidad de transporte aéreo de la MINUSCA, lo que pone aún más en peligro las operaciones de emergencia, incluida la protección de los civiles.
Pidió al Consejo y a los miembros de la ONU en general que proporcionen a la misión suficientes medios de transporte y logística para garantizar un mayor apoyo al Gobierno y a las fuerzas de seguridad en la protección de los civiles y la ampliación de su presencia en todo el país.
Reforma del sector de seguridad
La Sra. Rugwabiza describió el trabajo de la misión con el equipo de país de las Naciones Unidas en la República Centroafricana en la rehabilitación y reconstrucción de edificios administrativos en el país.
Añadió que MINUSCA seguirá cooperando estrechamente y realizando patrullas conjuntas con las fuerzas de seguridad de la República Centroafricana, particularmente en zonas fronterizas y puntos críticos de conflicto.
Relacionada con esto estaba la necesidad urgente de una reforma del sector de seguridad, destacó, instando a los Estados miembros y socios de la ONU a “apoyar los esfuerzos y el progreso de la República Centroafricana en la construcción de un ejército nacional profesional y fuerzas de seguridad interna.
«No hay alternativa» para proporcionar seguridad duradera a la población de la República Centroafricana y «preservar la soberanía de su territorio», concluyó.
Antecedentes de la misión
MINUSCA se creó en 2014 para ayudar a traer estabilidad al país desgarrado por la violencia sectaria.
Con el mandato de proteger a los civiles, facilitar la ayuda humanitaria y apoyar el proceso político, MINUSCA tiene como objetivo fomentar la paz y la estabilidad en la región en medio de los desafíos actuales.
La misión tiene una dotación autorizada de 16.363 uniformados y 1.522 civiles.
