La organización de aviación civil OACI dijo que las cifras del primer trimestre de 2024 indican que las aerolíneas mantendrán el retorno a la rentabilidad registrado en 2023.
«El compromiso de los Estados miembros de alinear sus respuestas a la pandemia con las orientaciones desarrolladas por el Consejo de la OACI ha sido crucial para la recuperación de sus servicios aéreos», dijo el presidente del Consejo, Salvatore Sciacchitano.
«La implementación de las orientaciones pospandémicas de la OACI es ahora igualmente crucial para garantizar la resiliencia y la sostenibilidad de esta recuperación».
La agencia pronostica un aumento del crecimiento del tráfico a alrededor del tres por ciento por encima de los niveles de 2019, y posiblemente al cuatro por ciento si el ritmo de recuperación crece en rutas que aún no han vuelto a los niveles prepandémicos.
“Las metas a las que se aspira acordadas por los gobiernos hacia la descarbonización del transporte aéreo para 2050 están apoyando la sostenibilidad ambiental de la recuperación y el desarrollo futuro de la red mundial de transporte aéreo”, dijo el Secretario General de la OACI, Juan Carlos Salazar.
El análisis indica que el tráfico aéreo en la mayoría de las rutas ya había alcanzado o superado los niveles prepandémicos a finales de 2023.
Volando alto
Las principales rutas regionales que superaron la marca de 2019 a finales del año pasado fueron viajes dentro de Europa; Europa hacia/desde América del Norte, Medio Oriente, suroeste de Asia y África; América del Norte hacia/desde América Latina y el Caribe, el suroeste de Asia, el sudeste asiático y el Pacífico; Medio Oriente hacia/desde el suroeste de Asia y África.
La mayoría de las rutas asiáticas internacionales, con excepción de las que sirven al suroeste de Asia, seguirán teniendo niveles de tráfico sustancialmente más bajos en 2023 en comparación con los niveles previos a la pandemia.
Jefe de Derechos Humanos de la ONU critica proyecto de ley sobre valores familiares en Ghana «profundamente perturbador»
El Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos describió el miércoles un proyecto de ley parlamentario en Ghana que introduce nuevas sanciones penales contra ciudadanos LGBTQ+ como “profundamente inquietante”, e instó a los legisladores a detener su aprobación.
Volker Türk dijo que el proyecto de ley de derechos sexuales humanos y valores familiares de 2024 ampliaría la criminalización de las personas lesbianas, gays, bisexuales, transgénero, transexuales y queer “simplemente por ser quienes son”. El proyecto de ley también “amenaza con sanciones penales contra los supuestos aliados de las personas LGBTQ+”, advirtió.
Vivir libre de discriminación
“Pido que el proyecto de ley no se convierta en ley. Insto al gobierno de Ghana a que tome medidas para garantizar que todos puedan vivir libres de violencia, estigma y discriminación, independientemente de su orientación sexual o identidad de género”, afirmó el Sr. Türk.
«La conducta consensual entre personas del mismo sexo nunca debería penalizarse».
Expresó su profunda alarma porque el proyecto de ley criminaliza el trabajo legítimo de los defensores de los derechos humanos, los maestros, los profesionales médicos, los propietarios y las personas que buscan atención médica.
“El proyecto de ley es contrario a la propia Constitución de Ghana y a sus obligaciones y compromisos regionales e internacionales en materia de derechos humanos, incluido el de no dejar a nadie atrás en la implementación de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible”, dijo el Alto Comisionado.
Türk destacó que el proyecto de ley es corrosivo y tendrá un impacto negativo en la sociedad en su conjunto.
Reiteró el compromiso de su oficina (ACNUDH) de trabajar con el Gobierno de Ghana y sus socios nacionales para garantizar que cumpla con sus compromisos y obligaciones en materia de derechos humanos.
La ocupación rusa de Crimea durante una década estuvo marcada por violaciones generalizadas
La Misión de Vigilancia de los Derechos Humanos de la ONU en Ucrania publicó el miércoles un nuevo informe que documenta graves violaciones de derechos e infracciones del derecho humanitario en Crimea, que Rusia anexó en 2014.
Las violaciones han persistido durante una década de ocupación por parte de las fuerzas rusas, con Moscú imponiendo ilegalmente requisitos de ciudadanía, leyes e instituciones “en todas las esferas de la vida, reprimiendo la oposición y la disidencia”, dijo la misión en un comunicado de prensa.
El informe revela los esfuerzos rusos por restringir el espacio cívico y limitar las libertades fundamentales. Los líderes tártaros de Crimea, percibidos como opuestos a la ocupación o a las políticas rusas, se han visto especialmente afectados.
A los tártaros que huyeron de la península se les ha prohibido regresar, mientras que muchos rusos han sido reasentados en Crimea en un intento por cambiar la demografía de la región.
«Un presagio sombrío»
«Durante la última década, hemos documentado los esfuerzos de la Federación Rusa para imponer el idioma, la cultura y el marco institucional rusos en Crimea, mientras al mismo tiempo tomamos medidas para borrar el rico patrimonio cultural, lingüístico y religioso de la península», dijo el jefe de la misión. Danielle Bell.
Cualquier oposición ha sido recibida con duras represalias, dice el informe, y algunos han sido objeto de violaciones de derechos, desapariciones forzadas, detenciones arbitrarias y torturas.
Los hallazgos «no sólo son alarmantes, sino que también son un sombrío presagio del impacto devastador y duradero que la ocupación rusa puede tener en otras regiones ocupadas de Ucrania», dijo Bell.
