Más de 70.000 personas han huido de sus hogares hacia los distritos del sur desde el inicio del último brote a principios de febrero, dijo la agencia el viernes.
Sólo en un distrito, Chiure, más de 56.000 personas se han visto afectadas, mientras que más de 33.000 han cruzado a la vecina provincia de Nampula.
La mayoría de los desplazados son mujeres, muchas de ellas embarazadas, además de personas con discapacidad y ancianos. Más de la mitad son niños.
Casas y escuelas destruidas
ACNUR dijo que la violencia se ha caracterizado por una extensa destrucción de áreas residenciales, escuelas, centros de salud y otras instalaciones religiosas y comunitarias.
«Esta destrucción desenfrenada ha exacerbado aún más la ya terrible situación humanitaria en Mozambique, donde más de 709.000 personas siguen desplazadas internamente debido a la violencia perpetrada por grupos armados no estatales y el impacto de la crisis climática», dijo la agencia.
El norte de Mozambique ha estado plagado de inseguridad desde 2017, cuando militantes yihadistas comenzaron a llevar a cabo ataques mortales contra civiles. Tropas de Ruanda y de la Comunidad de Desarrollo de África Austral (SADC), un bloque regional de 16 miembros, han estado ayudando al ejército desde julio de 2021.
Los últimos disturbios se producen cuando una compañía petrolera francesa pretende reiniciar un proyecto de gas natural licuado de 20.000 millones de dólares que se ha retrasado mucho tiempo en Cabo Delgado, según informes de los medios.
Apoyando a las familias desplazadas
Las familias afectadas han buscado refugio en lugares de desplazamiento y comunidades de acogida en la provincia de Nampula, donde unos 8.000 refugiados y solicitantes de asilo también están siendo acogidos en el campo de refugiados de Maratane.
ACNUR y sus socios están proporcionando artículos de socorro a los recién llegados, incluidas mantas, colchonetas, mosquiteros, bidones, cubos, lámparas solares, utensilios de cocina y láminas de plástico.
Examinarán y registrarán a personas con necesidades específicas de apoyo y asistencia. También hay planes en marcha para brindar apoyo adicional en áreas como agua y saneamiento, protección general, alojamiento, seguridad alimentaria, salud y nutrición; sin embargo, la falta de financiación está obstaculizando la respuesta.
ACNUR busca 49 millones de dólares para sus operaciones en Mozambique este año.
La agencia, que ha estado en el país desde la década de 1980, subrayó su compromiso de continuar trabajando estrechamente con las autoridades locales, socios humanitarios y comunidades de acogida para abordar las necesidades urgentes de las personas desplazadas en Cabo Delgado.
