Contexto
En Sudán del Sur, las graves inundaciones recurrentes provocadas por las intensas lluvias de mayo a octubre devastan comunidades anualmente. Estos desastres naturales desplazan a miles de personas, aumentan el riesgo de enfermedades transmitidas por el agua y por vectores, y dañan infraestructura crítica, incluidos cultivos, hogares, instalaciones de atención médica y rutas de transporte. Particularmente vulnerables son las regiones del Gran Bahr el Ghazal y el Alto Nilo. Se prevé que los efectos del cambio climático exacerbarán estos desafíos, con predicciones de niveles de agua más altos en el Nilo Blanco debido al aumento de las precipitaciones en la cuenca del Nilo.
Medidas adoptadas por el país con el apoyo de la OMS y otros socios
Para combatir las inundaciones recurrentes y su impacto en la salud pública, el Ministerio de Salud Nacional, con el apoyo de la OMS y otros socios, ha lanzado una respuesta integral. Los esfuerzos incluyen el despliegue de equipos de respuesta rápida en las áreas afectadas y el establecimiento del sistema Integrado de Vigilancia y Respuesta a Enfermedades (IDSR), donde se notificaron 43.107 alertas, de las cuales 30.199 alertas se han verificado e investigado rápidamente desde 2019.
Financiada por donantes internacionales, esta iniciativa ha entregado más de 3.366 kits de emergencia, atendiendo a aproximadamente 1,5 millones de personas hasta la fecha, y ha preposicionado 20.489 kits adicionales en 2024 para ayudar a 127.000 personas durante los próximos tres meses.
En los últimos cuatro años, la OMS y sus socios han brindado servicios de atención médica a 1,6 millones de personas, lo que demuestra el impacto de sus esfuerzos en curso.

Impacto local en el estado de Jonglei
«En los condados propensos a inundaciones de Jonglei, los planes de preparación y respuesta a inundaciones han salvaguardado la salud de las comunidades y las han hecho más resistentes a otros desastres naturales», afirmó Chot Kueth Kulang, director general del Ministerio de Salud del estado de Jonglei.
Las estrategias proactivas de preparación y respuesta ante inundaciones han mitigado significativamente los riesgos para la salud. Estas iniciativas incluyeron la rehabilitación y el mantenimiento de diques, la reubicación de residentes de áreas propensas a inundaciones e intervenciones de salud específicas para combatir las enfermedades transmitidas por el agua y los vectores y las mordeduras de serpientes.
“La OMS apoyó al Hospital Estatal de Bor proporcionándole combustible para hacer funcionar la ambulancia del hospital y su generador, así como suministros médicos esenciales, orientación técnica y desarrollo de capacidades para responder a emergencias por inundaciones, incluidos brotes de enfermedades como el sarampión, la COVID-19 y el cólera. Este apoyo nos ha permitido salvar más vidas y evitar muchas muertes, especialmente entre madres y niños pequeños”, afirmó el Dr. Bol Chaw, director médico del Hospital Estatal de Bor.

Resultados en el estado de Jonglei
Los esfuerzos de colaboración han mejorado enormemente la vigilancia de enfermedades y las capacidades de respuesta a emergencias en el estado de Jonglei. “El apoyo de la OMS ha sido fundamental para ampliar las campañas de vacunación, entregar suministros médicos esenciales y fortalecer las capacidades locales de atención sanitaria. Este apoyo integral ha preservado vidas, particularmente de poblaciones vulnerables como madres y niños, al garantizar el funcionamiento sostenido de servicios de salud críticos durante las inundaciones”, afirmó el Sr. Kulang.
«El apoyo de la OMS ha sido crucial», añadió el Dr. Humphrey Karamagi, Representante de la OMS en Sudán del Sur. “Brindamos no sólo ayuda médica inmediata, sino también intervenciones para salvar vidas, suministros esenciales y capacitación para los trabajadores de salud locales. Esto garantiza que el sistema de salud sea reactivo y proactivo, generando resiliencia contra futuras inundaciones”.

Lecciones aprendidas o acciones prioritarias en el futuro
Las evaluaciones posteriores al evento subrayan la necesidad de integrar la mitigación del riesgo de inundaciones dentro de la agenda nacional de reducción del riesgo de desastres. Las prioridades futuras se centrarán en mejorar la resiliencia de las infraestructuras gubernamentales y sanitarias, optimizar la asignación de recursos y mejorar la coordinación entre todas las partes interesadas involucradas en la respuesta a desastres. La OMS seguirá apoyando el liderazgo sanitario, la vigilancia de enfermedades y los servicios de nutrición esenciales, al tiempo que hará hincapié en la rehabilitación de los centros de salud dañados y en la colocación estratégica de botiquines sanitarios de emergencia para prepararse mejor y responder a futuras inundaciones.
La colaboración en curso entre la OMS, el Ministerio de Salud y los socios del grupo de salud es fundamental para fortalecer el sistema de salud de Sudán del Sur contra los impactos de las inundaciones. Al centrarse en soluciones sostenibles y preparación comunitaria, la OMS se compromete a ayudar a construir un sistema de salud resiliente que pueda resistir los desafíos que plantean los desastres naturales y el cambio climático.