La situación es particularmente preocupante en la inquieta provincia de Kivu del Norte, donde viven 2,8 millones de personas desplazadas.
En la última semana, más de 150.000 personas fueron desplazadas debido a los continuos combates en la ciudad de Lubero y la ciudad estratégicamente importante de Kanyabayonga fue tomada por los rebeldes del M23.
La situación «se está deteriorando rápidamente»
La situación en la capital, Goma, “se está deteriorando rápidamente”, ya que permanece aislada de las rutas de suministro, informó la OIM, y agregó que los civiles enfrentan robos, abusos y acoso.
«La proximidad de las líneas del frente y la presencia de armas dentro y alrededor de los lugares de desplazamiento comprometen significativamente la seguridad de las poblaciones desplazadas», añadió la agencia.
La situación se complica aún más por la amenaza de desastres, incluidas fuertes lluvias, deslizamientos de tierra e inundaciones, particularmente en Kivu del Sur y Tanganica, que desplazaron a decenas de miles de personas en mayo.
Ataques de trabajadores humanitarios
La región también es particularmente peligrosa para los trabajadores humanitarios.
El domingo, un convoy humanitario fue atacado en la ciudad de Butembo, Kivu del Norte, matando a dos trabajadores humanitarios.
Desde principios de año, más de 170 incidentes de seguridad han tenido como objetivo directo a los trabajadores humanitarios, causando al menos cuatro muertos y 20 heridos.
Más de una docena de trabajadores humanitarios también fueron secuestrados en la primera mitad de 2024.
Bruno Lemarquis, Coordinador Humanitario de la ONU para la República Democrática del Congo, condenó el ataque y destacó que “los trabajadores humanitarios no son objetivos, del mismo modo que las poblaciones civiles no son objetivos”.
«Debe garantizarse la seguridad y protección de los trabajadores humanitarios, y los autores de estas acciones deben ser identificados y llevados ante la justicia», añadió.
Se necesita financiación con urgencia
Además de la inseguridad, los recursos limitados también están limitando los esfuerzos de ayuda.
Según la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA) de las Naciones Unidas, el Plan de Respuesta Humanitaria de 2.600 millones de dólares para la República Democrática del Congo sólo financió el 26 por ciento, es decir, 669 millones de dólares.
Totalmente financiado, el Plan permitirá a las agencias de la ONU y a los socios humanitarios brindar asistencia y protección a alrededor de 8,7 millones de personas más vulnerables.
