Se espera que estas recomendaciones beneficien a más de 750 millones de adultos que desean dejar todas las formas de tabaco, incluidos los cigarrillos, las pipas de agua, los productos de tabaco sin humo, los puros, el tabaco para liar y los productos de tabaco calentados.
«Esta directriz marca un hito crucial en nuestra batalla global contra estos productos peligrosos», dijo Tedros Adhanom Ghebreyesus, Director General de la OMS.
«Ofrece a los países las herramientas esenciales para ayudar eficazmente a las personas a dejar el tabaco y aliviar la carga mundial de las enfermedades relacionadas con el tabaco», añadió.
Desafíos para dejar de fumar
Si bien 750 millones de consumidores de tabaco (el 60 por ciento de los 1.250 millones de consumidores de tabaco en el mundo) quieren dejar de fumar, una gran mayoría carece de acceso a servicios que les ayuden a hacerlo debido a limitaciones de recursos y otros desafíos del sistema de salud.
Rüdiger Krech, Director de Promoción de la Salud de la OMS, enfatizó que no se deben exagerar las dificultades que enfrentan las personas cuando intentan dejar de fumar.
«Necesitamos apreciar profundamente la fuerza que se necesita y el sufrimiento que soportan las personas y sus seres queridos para superar esta adicción», dijo el Dr. Krech. «Estas directrices están diseñadas para ayudar a las comunidades y los gobiernos a brindar el mejor apoyo y asistencia posible a quienes se encuentran en este desafiante viaje».
Opciones de tratamiento
En sus directrices, la OMS estableció una combinación de farmacoterapia e intervenciones conductuales que pueden aumentar significativamente las tasas de éxito para dejar de fumar.
Alentó a los países a ofrecer estos tratamientos sin costo alguno o a un costo reducido para mejorar la accesibilidad, particularmente en los países de ingresos bajos y medianos.
Los tratamientos incluyen medicamentos como vareniclina, terapia de reemplazo de nicotina (NRT), bupropión y citisina.
Para las intervenciones conductuales, la OMS sugirió breves sesiones de asesoramiento con trabajadores sanitarios (que duren entre 30 segundos y tres minutos) en un entorno sanitario.
Las opciones de cuidados más intensivos incluyen sesiones de asesoramiento individual, grupal o telefónica.
«Además, las intervenciones digitales como los mensajes de texto, las aplicaciones para teléfonos inteligentes y los programas de Internet pueden utilizarse como complementos o herramientas de autogestión», añadió la OMS.
