Comunicado de www.vaticannews.va —
Continúan las operaciones del ejército israelí, que ha llevado a cabo incursiones en Cisjordania, donde se han registrado ocho víctimas, y Gaza. Al menos treinta personas han muerto y otras 66 han resultado heridas en los ataques contra la Franja en las últimas 24 horas, mientras Muhammad Ismail Darwish ha sido elegido sucesor de Haniyeh. Danilo Feliciangeli, responsable de Cáritas Italiana para Oriente Medio: «La situación es desesperada».
Silvia Giovanrosa – Ciudad del Vaticano
En estos momentos, la atención mundial se centra principalmente en Irán y en una posible escalada del conflicto en la región del Medio Oriente. Sin embargo, casi 40.000 personas han muerto en la Franja de Gaza desde los ataques del 7 de octubre, una cifra que probablemente aumentará drásticamente si no se alcanza pronto un acuerdo de alto el fuego. Las negociaciones de paz están actualmente estancadas. El asesinato la semana pasada del líder político de Hamás, Ismail Haniyeh, no ha ayudado a la acción diplomática, que debería haber devuelto a casa a los rehenes israelíes y fomentado una tregua. Mientras tanto, llegan noticias de que Hamás ha nombrado al nuevo líder político del grupo. Muhammad Ismail Darwish es el sucesor de Haniyeh y dirigirá Hamás hasta que se celebren nuevas elecciones. «Los muertos aumentan día a día en Palestina y en Cisjordania, palestinos y soldados israelíes siguen perdiendo la vida», comenta Danilo Feliciangeli, responsable de Cáritas Italiana para Oriente Medio.
Los efectos indirectos de la guerra
Además de muertos y heridos, la guerra en la Franja también ha causado una serie de graves problemas que minan la supervivencia del pueblo palestino. Danilo Feliciangeli señala que ahora es «casi imposible encontrar alimentos, que ya no se dispone de atención médica porque la mayoría de los hospitales están fuera de servicio, y que hay epidemias constantes». También hay que tener en cuenta las repercusiones psicológicas del conflicto en curso. «Desgraciadamente, los traumas son muy fuertes para todos. En particular, Cáritas trabaja para los niños con actividades de animación, para distraerlos del drama de la guerra».
La intervención de Cáritas Italiana en Palestina
Cáritas está en Gaza desde antes del 7 de octubre. «Hay setenta cooperantes activos principalmente en el sector sanitario», prosigue Feliciangeli, «tanto para socorrer a los heridos de guerra como para asistir a los enfermos crónicos presentes en la Franja. Hay tres puestos médicos en el territorio, en la ciudad de Gaza los operadores han instalado clínicas, otro puesto estaba en el sur, en Rafah, pero tuvimos que desplazarnos varias veces debido a las continuas órdenes de evacuación. El último puesto es móvil, se desplaza según las necesidades».
No sólo asistencia
Feliciangeli señala la necesidad de intervenir en favor de la pacificación a través de proyectos de reconciliación que tengan a los jóvenes como protagonistas. El objetivo es buscar puntos de unión y no de división para intentar encontrar una narrativa diferente a este conflicto armado. «Si no trabajamos por la paz», afirma el responsable de Cáritas Italia, «toda acción será paliativa, a la espera de la próxima guerra». Cáritas está trabajando por la paz, por ejemplo, en Siria», continúa Feliciangeli, «a través de actividades artísticas y artesanales, en el Líbano a través del compromiso cívico y el voluntariado. En Jerusalén hemos desarrollado proyectos de formación y diálogo entre árabes musulmanes e israelíes judíos, en los que intentamos remontar la historia de estos pueblos. También tenemos actividades similares en Irak y Jordania, cuyo objetivo es construir una generación de jóvenes preparados para el diálogo».
El plan de Cáritas Italiana para el Líbano
Los trabajadores de Cáritas ya están presentes en Líbano, donde continúan los enfrentamientos de baja intensidad. «La situación se complicaría si el conflicto se extendiera donde, como en Irán, nuestra intervención es más difícil». De momento», concluye Feliciangeli, «Cáritas Italia en Oriente Medio está evaluando la situación, pero hay mucho miedo por los operadores y por el resultado de los proyectos en curso».
Se publicó primero como Diez meses de guerra, la situación humanitaria en Palestina