Chad alberga a más de 1,1 millones de refugiados, muchos de los cuales escapan de la violencia en Sudán, donde ejércitos rivales han estado luchando desde abril de 2023. Al mismo tiempo, la guerra también ha provocado un sufrimiento colosal dentro de las fronteras de Sudán.
«La tarea humanitaria que tenemos en Sudán ha sido muy grande», dijo la vicesecretaria general de la ONU, Amina Mohammed. “Hemos estado apoyando constantemente al gobierno para tratar de abordar la crisis. El sufrimiento de la gente de este país es uno de los peores crisis del mundo actual”.
Cientos de miles de personas en Sudán se han visto afectadas por fuertes lluvias e inundaciones repentinas desde junio.
La Sra. Mohammed se reunió con funcionarios en Chad y anunció una asignación de 5 millones de dólares del Fondo Central de Respuesta a Emergencias (CERF) de la ONU como parte de una respuesta rápida para apoyar los esfuerzos de recuperación de las inundaciones, dijo el viernes el portavoz de la ONU, Stéphane Dujarric, a los periodistas en la sede de la ONU.
Región en crisis
Chad y el vecino Sudán han estado lidiando con múltiples crisis. Eso incluye la actual guerra sudanesa y las recientes inundaciones que afectan a 960.000 personas en Chad y 310.000 en Sudán, según agencias de la ONU.
Las conversaciones entre el subjefe de la ONU y las autoridades locales en Chad se centraron en los complejos desafíos que enfrenta el país, incluidas las dinámicas regionales y los riesgos clave, y resaltaron «la urgente necesidad de solidaridad global», dijo el portavoz de la ONU.
Reafirmando el compromiso de la ONU, la Sra. Mohammed pidió «la máxima solidaridad y recursos» para garantizar que la respuesta humanitaria cumpla su mandato y apoye a los pueblos de la región, instando a las partes «a invertir más en salvar vidas y medios de subsistencia».
‘Salvavidas vital para la entrega de ayuda’
Mientras estuvo en Chad, la Sra. Mohammed observó la operación del corredor humanitario en el recién inaugurado punto fronterizo de Adré hacia Sudán y se reunió con representantes de refugiados, mujeres, jóvenes y líderes comunitarios, y acogió con agrado la reciente apertura como «un paso positivo» para brindar ayuda que salva vidas en Sudán. .
«Este cruce es un salvavidas vital para la entrega de ayuda a millones de personas en Sudán y debe permanecer abierto y accesible para facilitar la asistencia humanitaria a gran escala y al mismo tiempo garantizar la seguridad de los trabajadores humanitarios», según el Portavoz de la ONU.
Cerrado durante un año, este corredor humanitario permitirá a las agencias de la ONU aumentar la asistencia a 14 áreas que enfrentan hambruna en Darfur, Kordofan, Jartum y Al Jazirah.
La Vicesecretaria General de la ONU, Amina Mohammed (derecha), visita Adré, Chad, en el cruce fronterizo con Sudán.
‘Necesitamos recursos ahora’
El subjefe de la ONU subrayó la importancia crítica de mantener el cruce fronterizo permanentemente abierto.
El cruce de Adré es la ruta más eficaz y más corta para llevar asistencia humanitaria a Sudán –y particularmente a la región de Darfur– a la escala y velocidad necesarias para responder a la inmensa crisis del hambre.
“Lo que tenemos que hacer es igualar la apertura de estas fronteras con la ayuda que ingresa, y eso significa recursos”, insistió, “y por eso necesitamos esos recursos, y los necesitamos ahora”.
El llamamiento de la ONU de 2.700 millones de dólares sólo está financiado en un 41 por ciento.
Sudán: guerra, desplazamiento y hambre
Al otro lado de la frontera, en Sudán, expertos en seguridad alimentaria declararon recientemente que la guerra ha empujado a partes del estado de Darfur del Norte a la hambruna, en particular al campamento de Zamzam, donde se refugian más de medio millón de personas desplazadas.
El sufrimiento de la gente de este país es una de las peores crisis del mundo actual.
Alrededor de 25,6 millones de personas –más de la mitad de la población de Sudán– enfrentan hambre aguda, incluidas más de 755.000 personas al borde de la hambruna y se estima que 10,7 millones de personas están ahora desplazadas internamente, según agencias de la ONU.
Cuando visitó Sudán a principios de esta semana, la Sra. Mohammed se reunió con el presidente y los miembros del gabinete del país, quienes coincidieron en que el proceso de paz de Jeddah debe implementarse rápidamente. Enfatizó que “hay consenso allí y no hay ninguna razón por la que no se pueda avanzar”.
Sin embargo, la discusión se centró en gran medida en la agenda humanitaria y “la urgencia de esto”, dijo a los periodistas en una conferencia de prensa en Port Sudan el jueves.
Dijo que los esfuerzos están abordando las preocupaciones legítimas del gobierno sudanés y estableciendo procedimientos que “garantizarían que esta ayuda llegue a la gente a donde está destinada”.
La Vicesecretaria General de las Naciones Unidas, Amina Mohammed, visita el centro de aprendizaje electrónico apoyado por UNICEF en el sitio para personas desplazadas en Abdullah Naji, en Port Sudan.
‘Crisis en torno al hambre’
«Tenemos una crisis inminente en torno a la hambruna», dijo la Sra. Mohammed. “No recibimos suministros médicos donde hay crisis sanitarias. Pero, lo que es más importante, tenemos que recordar el sufrimiento del pueblo, y estamos aquí para hacerlo con el Gobierno de Sudán”.
La Sra. Mohammed se reunió con personas desplazadas, el equipo de la ONU y varios funcionarios gubernamentales.
“Lo que hemos hecho es sentarnos con la comisión de ayuda humanitaria y luego hemos tenido discusiones sobre cómo, en primer lugar, no detener la entrada de la ayuda que está disponible en este momento”, explicó.
