El continente está presenciando un aumento “sin precedentes” en los casos de mox desde enero, y 15 países han informado de brotes. Hasta el jueves se habían confirmado 2.030 casos y 13 muertes este año, frente a 1.145 casos y siete muertes en todo 2023.
Mpox es una enfermedad viral causada por el virus de la viruela del simio (comúnmente abreviado como MPXV), una especie del género Orthopoxvirus.
Los síntomas comunes incluyen erupción cutánea o lesiones mucosas que pueden durar de dos a cuatro semanas acompañadas de fiebre, dolor de cabeza, dolores musculares, dolor de espalda, falta de energía e inflamación de los ganglios linfáticos.
Puede transmitirse a los humanos a través del contacto físico con alguien que sea infeccioso, con materiales contaminados o con animales infectados.
El tratamiento es de apoyo y está dirigido a aliviar los síntomas. Se están desarrollando y probando varias terapias que pueden ser eficaces contra la mpox.
Interrumpir la transmisión la prioridad
Según la OMS, la República Democrática del Congo registra el mayor número (90 por ciento) de casos notificados, incluida una nueva variante que surgió en septiembre pasado. También se han notificado casos de esa variante en los vecinos Ruanda y Uganda, así como en Kenia, mientras que en Burundi se están realizando análisis de casos.
Matshidiso Moeti, director regional de la agencia para África, destacó que “La prioridad es interrumpir rápidamente la transmisión del virus.”.
«Estamos colaborando con socios para apoyar a los países para reforzar las medidas de control de brotes y garantizar que las comunidades sean fundamentales en los esfuerzos continuos para poner fin a estos brotes de manera efectiva», dijo el Dr. Moeti.
Acciones sobre el terreno
La OMS está trabajando a través de equipos nacionales y expertos desplegados sobre el terreno para ayudar a las autoridades nacionales a fortalecer áreas clave de respuesta, incluida la vigilancia de enfermedades, las pruebas de diagnóstico y la atención clínica, y la prevención y el control de infecciones.
También está trabajando con las autoridades sanitarias para acceder a terapias, descentralizar los servicios de laboratorio para mejorar las capacidades de diagnóstico e intensificar los esfuerzos para crear conciencia sobre el riesgo de la enfermedad entre las comunidades.
También se están reforzando la investigación de campo y la búsqueda activa de casos en los países afectados y en riesgo, y la agencia de salud de la ONU está coordinando estrechamente para mejorar el rastreo de contactos y movilizar apoyo financiero para ayudar a los países a responder.
Evaluación del riesgo internacional
Además, el jefe de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, pidió el miércoles que se reuniera un comité de emergencia de expertos para determinar si el brote en África constituye una emergencia de salud pública de importancia internacional.
«El comité se reunirá lo antes posible y estará integrado por expertos independientes de una variedad de disciplinas relevantes de todo el mundo», dijo, hablando en Ginebra.