En respuesta a la demanda reciente de la Recording Industry Association of America (RIAA) contra las startups de generación musical Udio y Suno, Suno admitido en un expediente judicial el jueves que entrenó su modelo de IA utilizando canciones protegidas por derechos de autor, alegando que esta práctica cae dentro de la doctrina del uso legítimo.
La RIAA inició acciones legales el 24 de junio, acusando a las empresas de utilizar música protegida por derechos de autor para entrenar a sus modelos. Si bien se había especulado que Suno carecía de permiso de los sellos discográficos, esta presentación marcó la primera admisión explícita de tales prácticas.
En una publicación de blog que coincidió con la presentación legal, el CEO y cofundador de Suno, Mikey Shulman, explicó: “Entrenamos a nuestros modelos con música de calidad media y alta que podemos encontrar en la Internet abierta… De hecho, gran parte de la Internet abierta contiene materiales protegidos por derechos de autor. , y parte de ella es propiedad de importantes sellos discográficos”.
Shulman argumentó además que utilizar datos de la “Internet abierta” para entrenar modelos de IA es similar a “un niño que escribe sus propias canciones de rock después de escuchar el género”, afirmando: “Aprender no es infringir. Nunca lo ha sido y no lo es ahora”.
La RIAA replicó: “Es una concesión importante de hechos que pasaron meses tratando de ocultar y que sólo reconocieron cuando los obligó una demanda. Su infracción a escala industrial no se considera «uso legítimo». No hay nada justo en robar el trabajo de toda una vida de un artista, extraer su valor fundamental y reenvasarlo para competir directamente con los originales… Su visión del ‘futuro de la música’ aparentemente es una en la que los fans ya no disfrutarán de la música de sus artistas favoritos porque esos artistas ya no pueden ganarse la vida”.
El debate sobre el uso legítimo se vuelve aún más complejo con el entrenamiento de modelos de IA, donde las doctrinas establecidas pueden no aplicarse plenamente. Este caso, aún en sus primeras etapas, está llamado a sentar un precedente importante que podría dar forma al panorama legal futuro para algo más que Udio y Suno.
Esta batalla legal subraya los dilemas éticos y legales más amplios que rodean a la IA y la propiedad intelectual. Con el avance de la tecnología de inteligencia artificial, la tensión entre la innovación y la protección de los derechos de autor se intensifica.
El resultado de este caso podría afectar a varias industrias, influyendo en cómo los desarrolladores de IA abordan el uso de datos y el entrenamiento de modelos. Cualquier tribunal que se ponga del lado de Suno podría alentar a más empresas a aprovechar el material protegido por derechos de autor según la doctrina del uso justo, lo que podría generar más disputas legales.
Por otro lado, un fallo a favor de la RIAA podría reforzar la necesidad de permisos explícitos y acuerdos de licencia, lo que llevaría a las empresas de IA a buscar enfoques más colaborativos con los propietarios de contenidos. Esto podría fomentar un entorno más cooperativo, beneficiando tanto a los creadores como a los desarrolladores de tecnología.
Escrito por Alius Noreika
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