Ya – Cecilia Achuwor, de 38 años y madre de seis hijos, es una de los cientos de miles de refugiados y repatriados que han cruzado la frontera hacia Sudán del Sur desde el comienzo del conflicto en el vecino Sudán hace 16 meses. «Mi marido permanece en Jartum», dice. “Nos separamos de él sin ninguna comunicación. Él no sabe dónde estamos y nosotros tampoco sabemos dónde está él. Estoy aquí sola con los niños y todos están enfermos”, dice.
Achuwor, ciudadano de Sudán del Sur, se encuentra en un centro de tránsito cerca de Renk, una pequeña ciudad que limita con Sudán al norte. Desde el comienzo del conflicto sudanés, casi el 60% de los 600.000 refugiados y repatriados que han entrado en Sudán del Sur lo han hecho a través de dos puntos de entrada cerca de Renk. Más recientemente, ha comenzado un nuevo conflicto justo al este de Renk, y los trabajadores humanitarios han informado de que llegan personas a pie a través del monte.
«La OMS, las autoridades sanitarias y los socios implementadores colaboran diariamente para brindar servicios de salud a los refugiados y repatriados que esperan una vida mejor». Dr. Humphrey Karamagi, Representante de la OMS, Sudán del Sur
«En lugar de venir de una zona como, por ejemplo, Jartum, que tenía buen acceso por carretera, ahora vemos gente literalmente caminando hacia Sudán del Sur en busca de atención y protección», afirma el Dr. Brendan Deenan, responsable de Preparación para Emergencias de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y Oficial de respuesta en Sudán del Sur. “Por lo tanto, la situación es peor que antes y vemos muchos desafíos de salud, desafíos humanitarios y desafíos de protección a diario”.
Los refugiados y repatriados suelen presentar una variedad de enfermedades infecciosas, así como enfermedades crónicas. “Al menos el 50% de los casos son enfermedades transmisibles. La malaria encabeza la lista, seguida de las infecciones agudas del tracto respiratorio y estamos viendo un aumento de la diarrea acuosa aguda”, dice el Dr. William Nazario, médico del Cuerpo Médico Internacional.
Mientras tanto, el Dr. Ayuel Deng, médico del condado de Renk, destaca que cada vez más personas presentan hipertensión, diabetes y cáncer y requieren medicamentos crónicos y servicios especializados.
La OMS está apoyando a las autoridades sanitarias de los condados para coordinar la respuesta sanitaria para los repatriados y refugiados. En dos centros de tránsito cerca de Renk, la Organización brinda supervisión de apoyo a tres agencias de salud (International Medical Corps, Relief International y World Vision International) que brindan servicios de atención primaria de salud a 4.000 refugiados y repatriados por semana.
Esto ha ayudado a garantizar un mejor acceso a los servicios de salud para estas poblaciones vulnerables, que tienen que soportar condiciones difíciles en los centros de tránsito. “El servicio aquí es bueno”, dice Nailla Elhadi Hamid, una refugiada sudanesa de 40 años. “Incluso traje aquí a mi hijo, que está enfermo de malaria, y los medicamentos están disponibles. Antes de eso, mi hermana tenía dolor en los ojos y descubrió que el medicamento también estaba disponible”.
Tras un brote de cólera en Sudán en septiembre de 2023, la OMS ha capacitado a unos 92 trabajadores de la salud de los centros de salud alrededor de Renk en vigilancia, prevención, tratamiento y control del cólera. La Organización ha establecido un centro de detección del cólera en el punto de entrada de Wunthou. Desde diciembre de 2023, los trabajadores sanitarios han examinado aquí a 320.000 personas, no sólo para detectar el cólera, sino también otras enfermedades infecciosas y problemas de salud. «También proporcionamos solución de rehidratación oral porque la gente de donde viene es débil». dice John Toch, enfermero clínico del centro.
“El servicio aquí es bueno. Traje a mi hijo aquí, que está enfermo de malaria, y los medicamentos están disponibles”. Nailla Elhadi Hamid, refugiada
Desde el inicio del conflicto, la OMS también ha distribuido 119 toneladas métricas de suministros y equipos médicos para tratar a 680.000 personas, incluidos kits para una variedad de enfermedades infecciosas y desnutrición. Como parte de su colaboración transfronteriza, la oficina de la OMS en Sudán del Sur, en asociación con la oficina de la OMS en Sudán, entregó 51 toneladas métricas de botiquines de salud de emergencia para llegar a 830 000 personas que viven en comunidades afectadas por el conflicto cerca de la frontera. «Apreciamos mucho a la OMS, porque nos apoya mucho en términos de suministros a nuestros socios», afirma Deng.
«La OMS, las autoridades sanitarias y los socios implementadores colaboran diariamente para brindar servicios de salud a los refugiados y repatriados que esperan una vida mejor», dice el Dr. Humphrey Karamagi, representante de la OMS en Sudán del Sur. “Sin nuestros donantes esto no sería posible. Por lo tanto, trabajando junto con otros, la OMS seguirá apoyando la respuesta a la emergencia sanitaria en Sudán del Sur”.
