Más de 4.000 personas murieron a causa de la enfermedad el año pasado, un aumento del 71 por ciento en comparación con 2022. El número de casos notificados también aumentó un 13 por ciento.
El cólera es una infección intestinal aguda que se transmite a través de agua y alimentos contaminados. Si bien es prevenible y fácilmente tratable, las comunidades con acceso limitado al saneamiento son las más afectadas.
Los conflictos, el cambio climático, la falta de agua potable y saneamiento, la pobreza, el subdesarrollo y el desplazamiento de población debido a conflictos y desastres emergentes y reemergentes debido a peligros naturales contribuyeron al aumento de los brotes de cólera el año pasado.
Cambio en la distribución geográfica
La distribución geográfica del cólera cambió significativamente de 2022 a 2023, con una disminución del 32 por ciento en los casos notificados en Oriente Medio y Asia, y un aumento del 125 por ciento en África.
Este es el primer año en que varios países informan sobre “muertes comunitarias”, que ocurren fuera de los centros de salud.
En cinco de los 13 países que presentaron informes, más de un tercio de las muertes por cólera ocurrieron en la comunidad, lo que pone de relieve graves brechas en el acceso al tratamiento y la necesidad de fortalecer esta área de respuesta.
Si bien Afganistán notificó el mayor número de casos con 222.249, la República Democrática del Congo, Malawi, Mozambique y Haití también siguieron notificando brotes importantes de más de 30.000 casos por país.
La crisis mundial del cólera continúa en 2024 y actualmente 22 países informan de brotes activos, aunque el número de casos notificados hasta ahora en 2024 es menor en comparación con el mismo período del año pasado, según datos preliminares.
Estrategia de una dosis en vigor
A pesar de las escasas existencias de vacunas orales contra el cólera, el año pasado se envió una cifra récord de 35 millones de dosis, con la estrategia de una dosis en vigor para llegar y proteger a más personas con suministros limitados.
Si bien la vacunación es una herramienta importante, el agua potable, el saneamiento y la higiene siguen siendo las únicas soluciones sostenibles a largo plazo para poner fin a los brotes de cólera y prevenir otros futuros.
La OMS está respondiendo con urgencia para reducir las muertes y contener los brotes en países de todo el mundo. La agencia de la ONU continúa apoyando a los países a través del fortalecimiento de la vigilancia de la salud pública, la gestión de casos y medidas de prevención junto con el suministro de suministros médicos esenciales.
