“Yemen se enfrenta a otro capítulo devastador de su incesante crisis, exacerbada por la intersección del conflicto y fenómenos meteorológicos extremos.”, enfatizó Matt Huber, OIM Jefe de Misión interino de Yemen.
Las tormentas han azotado mientras el país se enfrenta a un brote de cólera y a una creciente inseguridad alimentaria, lo que exacerba aún más la vulnerabilidad de las familias desplazadas y los sistemas de salud sobrecargados.
Como se espera que continúen las duras condiciones climáticas, más hogares corren el riesgo de ser desplazados y expuestos a brotes de enfermedades debido a los daños en la infraestructura de agua y salud.
Mientras tanto, el gobierno yemení, reconocido internacionalmente, ha estado luchando contra su propia tormenta contra los rebeldes hutíes durante más de una década, mientras ambos compiten por el control del país.
Decenas de miles de personas han muerto y, a pesar de una pausa en los combates, las conversaciones de paz encaminadas a una solución a largo plazo han continuado. produjo pocos avances.
Comunidades enteras «exterminadas»
En múltiples gobernaciones, miles de personas se han quedado sin refugio, agua potable o acceso a servicios básicos, y se han perdido decenas de vidas.
Entre las zonas más afectadas se encuentra la gobernación de Ma’rib, al noreste de la ciudad capital de Sana’a, donde fuertes vientos desde el 11 de agosto dañaron gravemente 73 lugares de desplazamiento y afectaron a más de 21.000 hogares. Los servicios públicos, incluidas las redes eléctricas, se han visto gravemente afectados, agravando la crisis en una de las regiones más vulnerables de Yemen.
Mientras tanto, más de 15.000 familias en Al Hudaydah y 11.000 en Ta’iz necesitan desesperadamente apoyo de emergencia, ya que las inundaciones han dañado refugios, carreteras, fuentes de agua e instalaciones médicas desde principios de agosto.
“Estas lluvias no sólo han provocado una trágica pérdida de vidas, sino que también han acabado con las pertenencias y los medios de supervivencia de comunidades enteras”, enfatizó la OIM.
Se necesita asistencia urgente en medio de una destrucción «asombrosa»
En respuesta a las graves inundaciones y los violentos vendavales, la OIM ha lanzado una campaña Llamamiento de 13,3 millones de dólares para prestar asistencia urgente para salvar vidas.
Si bien la OIM ya se está dirigiendo a 350.000 personas proporcionándoles alojamiento, artículos no alimentarios (NFI), intervenciones basadas en efectivo, salud, gestión de campamentos e intervenciones de agua, saneamiento e higiene, los recursos disponibles son insuficientes para cubrir las vastas necesidades.
«La escala de la destrucción es asombrosa y necesitamos urgentemente fondos adicionales para garantizar que los más vulnerables no queden atrás», dijo el jefe de la OIM de Yemen.
«Debemos actuar de inmediato para evitar más pérdidas y aliviar el sufrimiento de los afectados», añadió.
La Organización hace un llamamiento urgente a la comunidad internacional para que apoye este llamamiento para seguir proporcionando ayuda vital y abordar las abrumadoras necesidades de los afectados.