El Informe de síntesis de las Contribuciones Determinadas a Nivel Nacional (NDC) de 2024 de la Secretaría de las Naciones Unidas para el Cambio Climático (CMNUCC) mostró que los planes actuales generarían emisiones equivalentes a 51,5 gigatoneladas de dióxido de carbono (CO2) para 2030, solo un 2,6 por ciento por debajo de los niveles de 2019.
Mientras las naciones se preparan para la conferencia de las Naciones Unidas sobre el cambio climático (COP29) en Bakú el próximo mes, Simon Stiell, Secretario Ejecutivo de la CMNUCC, instó a los gobiernos a convertir las promesas en “resultados en el mundo real y en la economía real”.
En la COP28, que tuvo como anfitrión a los Emiratos Árabes Unidos, las delegaciones se comprometieron a triplicar las energías renovables, avanzar en el objetivo global de adaptación y abandonar todos los combustibles fósiles.
“La COP29 debe ser una COP propicia, que genere resultados concretos y ambiciosos en materia de financiación climática. que tengan en cuenta las necesidades de los países en desarrollo, reconociendo que ese apoyo es fundamental para proteger a cada nación y a la economía global de los devastadores impactos climáticos”, enfatizó el Sr. Stiell.
Hallazgos «brillantes pero no sorprendentes»
Advirtió que las conclusiones del informe son «claras pero no sorprendentes».
“Los planes climáticos nacionales actuales están muy por debajo de lo que se necesita para evitar que el calentamiento global paralice todas las economías y destruya miles de millones de vidas. y medios de vida en todos los países”, añadió.
El informe también mostró que la trayectoria actual está muy por debajo de los requisitos científicos.
El Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático (IPCC), un organismo científico de la ONU que evalúa el cambio climático y proporciona a los gobiernos información científica para desarrollar políticas climáticas, señala que las emisiones deben reducirse en un 43 por ciento en comparación con los niveles de 2019.
Stiell enfatizó que los niveles actuales de contaminación “garantizarían un desastre humano y económico para todos los países, sin excepción”.
De cara a los compromisos actualizados del próximo año, pidió una “prueba ABC” para los nuevos planes:
“Deben tener Nuevos y ambiciosos objetivos de emisiones que abarcan toda la economía… deben ser desglosado en sectores y gases…y deben ser creíble, respaldado por regulaciones sustantivasleyes y financiación”.
El informe NDC de 2024 “debe ser un punto de inflexión, poner fin a la era de la insuficiencia y desencadenar una nueva era de aceleración, con nuevos planes climáticos nacionales mucho más audaces de todos los países previstos para el próximo año”, instó.