Comunicado de www.vaticannews.va —
Al margen de la conferencia de prensa sobre el Sínodo, el arzobispo de Cabo Haitiano se refirió a la colaboración con la Iglesia latinoamericana y caribeña y ahondó en los desafíos de la labor evangelizadora en su país, transmitiendo un mensaje de esperanza en el camino sinodal.
Sebastián Sansón Ferrari – Ciudad del Vaticano
Pese al contexto «extremadamente difícil» que atraviesa Haití, marcado por una «gran inseguridad», entre otros desafíos, como el funcionamiento del Consejo Presidencial de Transición, la Iglesia católica se ha implicado con compromiso en el proceso sinodal. Monseñor Launay Saturné, arzobispo de Cabo Haitiano, se demuestra confiado y expectante al tomar la palabra durante la conferencia de prensa del sábado 5 de octubre, con motivo de la XVI Asamblea General Ordinaria.
«Es importante para mí, como obispo, como cristiano, participar en este Sínodo, pues promueve la conversión. Mi nación necesita un cambio, y esta conversión es esencial para la transformación de las estructuras», asegura en diálogo con los medios vaticanos. No obstante, aclara que, para obtener una modificación estructural, se debe producir un cambio personal, «y saben que el Sínodo habla mucho de la conversión en su sentido más profundo», acota.
«El Sínodo promueve, asimismo, el diálogo, y mi país busca el camino de la democracia. El Sínodo nos pide caminar juntos, escucharnos unos a otros, y son valores extremadamente importantes para el establecimiento de la democracia. Hay muchas divisiones».
La Iglesia haitiana, entre la profecía y la acción
Para Saturné, es hora de elegir el camino de la democracia a través de las elecciones, y se pregunta cómo la Iglesia podrá inculcar los valores del diálogo, transmitidos por el Sínodo, y trasladarlos a todo el pueblo. «Estamos presentes en el sector de la educación y las mejores escuelas son dirigidas por religiosos y religiosas», puntualiza el prelado.
El miembro de la Asamblea subraya la labor de los católicos en los centros de formación, las universidades y la tarea de predicación y menciona la multiplicidad de grupos de Acción Católica. De este modo, intentan difundir el Evangelio a través de numerosas estructuras y destaca que está muy presente.
«Aunque los políticos no escuchen a la Iglesia, siempre da mensajes proféticos para invitar a los que están en el poder a gestionar mejor los asuntos públicos. Pero, por desgracia, los llamamientos no tienen seguimiento ni se ponen en práctica», lamenta Saturné. Por tanto, se realiza un «trabajo de base» mediante las capillas de la sección comunal, de las parroquias diseminadas por todo el territorio.
Diálogo fluido con el CELAM en el proceso sinodal
Saturné resalta que están convencidos de que la transformación pasa por la formación. A su vez, evidencia el diálogo con la Iglesia en América Latina, pues la Conferencia Episcopal haitiana integra el Consejo Episcopal Latinoamericano y Caribeño (CELAM):
«Formamos parte de él, participamos en todas las actividades, aunque ellos hablan en español y nosotros, en Haití, hablamos en francés. Esto no constituye una barrera para colaborar como Iglesia, incluso en el proceso sinodal, sobre todo para la primera sesión. Habíamos enviado nuestra síntesis a América Latina, y a la Secretaría del Sínodo. Y para la segunda sesión, hicimos lo mismo. Por ende, hay una buena colaboración entre nosotros y la Iglesia en América Latina y el Caribe».
Se publicó primero como Saturné, Haití: Tenemos que lograr la paz para pasar a la siguiente fase