El Informe sobre mapeo de instalaciones para el tratamiento de trastornos por uso de sustancias en Afganistánrealizado en colaboración con el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), es el primer estudio exhaustivo de la capacidad de tratamiento del país.
Si bien los servicios están operativos en 32 de las 34 provincias de Afganistán, las barreras sistémicas -especialmente para las mujeres- limitan gravemente el acceso a la atención.
Disparidades de género y recursos limitados
El informe encontró que sólo el 17 por ciento de las 82 instalaciones operativas atienden exclusivamente a mujeres, y los servicios para pacientes femeninas son accesibles en poco más de un tercio de las provincias, lo que deja a muchas mujeres sin la atención adecuada..
La encuesta también destaca la grave escasez de personal médico calificado, suministros esenciales y financiación de infraestructura.
Más del 72 por ciento de los centros funcionan a plena capacidad o cerca de ella, pero muchos carecen de recursos básicos como naloxona.un medicamento que salva vidas en caso de sobredosis de opioides.
Además, la atención comunitaria, una alternativa más accesible al tratamiento residencial, sigue estando poco desarrollada. La mayoría de las instalaciones dependen de modelos residenciales que consumen muchos recursos, lo que afecta de manera desproporcionada a las poblaciones rurales desatendidas.
Un panorama cambiante de las drogas
Afganistán también está experimentando un cambio preocupante en las tendencias de las drogas.
Si bien opiáceos como la heroína y el opio siguen siendo las principales sustancias que impulsan las admisiones a tratamiento, el uso de drogas sintéticas como la metanfetamina está aumentando rápidamente.
Las admisiones relacionadas con la metanfetamina representan ahora una proporción cada vez mayor de los casos, complicando las necesidades de tratamiento y agotando recursos ya limitados.
Este cambio se produce junto con una disminución de la producción de opio, que en 2024 ascendió a 433 toneladas, un aumento del 30 por ciento con respecto a 2023, pero todavía un 93 por ciento por debajo de los niveles de 2022, cuando En realidad Las autoridades comenzaron a imponer una prohibición de drogas a nivel nacional.
El informe advierte que sin intervenciones específicas, La proliferación de drogas sintéticas podría profundizar la crisis de salud pública de Afganistán..
Se necesita acción coordinada
Los hallazgos exigen una colaboración urgente entre las autoridades afganas En realidad autoridades y la comunidad internacional para hacer frente a estos desafíos.
«Deben coordinarse los esfuerzos internacionales para garantizar que esta disminución no sea reemplazada por la producción de drogas sintéticas peligrosas como la metanfetamina dentro de Afganistán o en la región en general», dijo Ghada Waly, Directora Ejecutiva de ONUDD.
Entre las principales prioridades se encuentran ampliar los servicios sensibles al género, aumentar las opciones de atención comunitaria y abordar las brechas críticas de recursos.
La inversión en infraestructura, suministros médicos y capacitación de la fuerza laboral también es esencial para mejorar la calidad y accesibilidad de los servicios de tratamiento en todo el país.